todo irá bien
'Politicfare'
Lo que ha hecho Sánchez es arrancar la costra de una herida cicatrizada
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Iniciar sesiónTerrorismo es subvertir el orden constitucional, desestabilizar el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras del Estado. Y la característica más identificable de la sociedad infantil catalana es su dificultad para aceptar el nombre exacto de sus actos.
Es legítimo que la ... Justicia pare los pies a los políticos. No es legítimo que los políticos paren los pies a la Ley. En España no hay 'lawfare' sino 'politicfare', políticos que abusan cínicamente de sus prerrogativas para destruir la Ley. Ya ni siquiera saltársela. Destruirla. El independentismo es el 'politicware' más escandaloso que ha conocido Europa en los últimos 10 años. Puigdemont fuerza la política para eliminar los delitos que cometió al convocar un referendo ilegal, declarar la independencia y organizar en 2018 desde Waterloo los asaltos de la banda violenta Tsunami Democràtic como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo.
Pedro Sánchez lo permite y lo fomenta para mantenerse en el poder. Más 'politicfare', más duro y más hiriente, porque es mayor el deber de lealtad de un presidente del Gobierno. Como siempre en España el golpe lo está dando la izquierda usando de ganzúa a los nacionalismos periféricos siempre a punto de ganar en la subasta de los derrotados lo que las urnas les negaron.
El necesitado oportunismo de Sánchez no va a significar el reencuentro de los catalanes porque los catalanes ya nos habíamos reencontrado desde que la democracia y la Ley pusieron en su lugar a Esquerra y a Junts. Primero la Ley ejercida a través de la aplicación del artículo 155 y del juicio al proceso independentista; y luego las urnas, que en la mayoría de citas han dado victorioso al Partido Socialista. En las últimas elecciones generales, Esquerra fue cuarta y Junts quedó quinta, por debajo incluso del Partido Popular. Nadie ya en su sano juicio planteaba referendos de ninguna clase y el forajido era cada vez más un loco cuya estela menguante iba cayendo en la irrelevancia.
Lo que ha hecho Sánchez es arrancar la costra de una herida cicatrizada. Es otro 'hit' de la izquierda convertir hasta la piel muerta en una guerra. España ha tenido con los golpistas una insólita magnanimidad, imposible de imaginar en Francia o los Estados Unidos, pero la descarnada obscenidad sanchista ha obligado a los distintos resortes del Estado a reaccionar. No es 'lawfare'. Es el peso de la Ley que por clemencia estábamos dispuestos a perdonaros pero una vez más vuestros demonios os han llevado y no ha quedado más remedio. España va siempre a defenderse. Siempre. Es lo que los nacionalistas nunca han entendido. Ahora tampoco lo entienden los socialistas.
'Lawfare' no existe. Existe la Ley. Existe el Estado. Existen unos márgenes increíblemente amplios para el debate, la discrepancia, la alternancia, la convivencia y la bronca de los que, pese a todo, deciden vivir sin hablarse. Y por supuesto existe también lo que pasa cuando estos márgenes te los saltas.
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