TODO IRÁ BIEN
La maldad catalana
'Casa en llamas' es una película devastadora sobre la terrible maldad de la sociedad catalana, una maldad retorcida, oscura, incrustada
Un regreso desesperado
Hemos matado a Haniyeh
He ido a ver 'Casa en llamas' y no se la deseo a nadie. Es una película devastadora que trata sobre la terrible maldad de la sociedad catalana. Una maldad retorcida, oscura, incrustada. No es una película política pero es el huevo de la ... serpiente de todo lo que nos ha pasado. Soy catalán y he de admitir que no me habría angustiado tanto si no me hubiera sentido de algún modo interpelado. Si en algunos de los dramas no hubiera escuchado de fondo los gritos de mi abuela o de mi madre. Todo lo que intento ser y hacer como padre es para huir del desgarrador espanto de estos gritos, aunque a veces me miro en el espejo y no estoy seguro de si realmente voy a lograrlo.
Hay una manera catalana de hacer daño que es queriendo dar lecciones desde el victimismo de que el mundo nos debe algo. Hay una destrucción catalana, que Puigdemont y Esquerra encarnan, que consiste en incendiar lo que decimos que hemos venido a salvar. Hay formas de bajeza que sólo ha explorado la sociedad catalana y que en nombre de desvivirse por los demás todo lo tiñe de dolor y queda arrasado. Hay una saña catalana de malas madres que intentan justificarse pasando factura de unos sacrificios que nadie les pidió y que si realmente fueron sacrificios fue porque no lo hicieron con amor. Hay una perversión catalana de hijos ingratos, muy poco inteligentes, tacaños; nunca han querido a nadie y sus propósitos son todos de muy pobre alcance. Hay una sucia falta de compasión que se transmite entre catalanes y que consiste en aliviar con la desgracia propia y ajena su patológica incapacidad para la gratitud y la generosidad.
'Casa en llamas' es una película sobre la maldad y está escrita desde la maldad. Sólo una persona tan mezquina como los personajes puede retratarlos de un modo tan íntimo y descarnado. Hay un narcisismo narrativo que pertenece a lo que plasma. No se puede salir de ver esta película, si eres catalán y por lo menos la mitad de una persona decente, sin un profundo sentimiento de desazón y de vergüenza.
No hay escenas de aparatosa crueldad como si fuera una película sobre los comunistas o los nazis. Algunos pensarán que estas cosas pasan en todas partes y es verdad que cada sociedad tiene sus maneras de ser miserable. Pero es única esta manera catalana que yo conozco y he sufrido de ir a por ti en lo más hondo de tu humanidad y pisotearlo hasta la aniquilación total. Lo que tantas personas de fuera de Cataluña no entienden de nuestra política está retratado en 'Casa en llamas', sobre todo cuando los personajes intentan pasar por incomprendidos y bien intencionados, como si no se dieran cuenta del abrasivo dolor que causan. Por supuesto que se dan cuenta, e insisten, tal como la película no es una denuncia sino que exalta la inmundicia que retrata.