Vivimos como suizos
Trabajadoras
Hubo elogio de las putas en los Oscar, pero nada que ver con el brindis de El Pana en La México
Señoras que abrazan
El patio del Congreso
En 'Jamón, jamón', Juan Diego dice a Stefania Sandrelli: «Todas las mujeres tenéis una puta dentro, Concha». Concha (¿cómo se puede llamar Concha la Sandrelli?) se había referido a la madre de la novia de su hijo con un «si esa es una puta». ... Los créditos de la película de Bigas Luna son una virguería a la hora de abordar esa palabra que no se suele usar en los periódicos para Jéssica Rodríguez. «La madre puta» (Stefania Sandrelli), «la puta madre» (Anna Galiena), «el padre» (Juan Diego), «la hija de puta» (Penélope Cruz), «el chorizo» (Javier Bardem), «el niñato» (Jordi Mollà).
En su discurso de agradecimiento del Oscar a mejor actriz, Mikey Madison dio las gracias a las productoras, a su familia y a la comunidad de trabajadoras sexuales. Eso no lo decía ni la Pasionaria al hablar de esa modista que le había hecho una faena. Recordaba que era «modista de prostitutas».
Cuando lo contaba (en los 80) ni ella decía trabajadoras sexuales. Tenemos un dilema semántico y eufemístico. Unos, que si trabajadoras sexuales; otros, que si examante (de Ábalos). 'Anora' va sobre una puta y su historia de amor con un ruso más los intentos de su familia por separarlos. En su discurso, Mikey Madison dijo que seguiría apoyándolas y siendo una aliada. «Todas las personas increíbles, las personas que he tenido el privilegio de conocer de esa comunidad, han sido quizá lo más destacado de toda esta increíble experiencia». Elogio de las putas en los Oscar. Pero con menos vocabulario que el brindis de El Pana.
'Anora' es la última de tantas putas de cine. De tantas películas. De 'Belle de jour' a 'Irma la dulce', de 'Mamma Roma' a 'Taxi Driver', de 'Una mujer marcada' a 'Pretty woman', de 'Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles' (¡la mejor película!) a 'Joven y bonita'. Mis amigas y yo siempre llamamos 'Joven y puta' a la película de Ozon. Y mira que es bonita. Ya querría la Celleste Dalla Porta de 'Parthenope' tener la cara de Marine Vacth. Así, entendería más lo de Sorrentino.
Es cierto que Jessica Rodríguez es más trabajadora sexual que trabajadora de empresa pública. Y claro que quien merece el reproche es Ábalos y sus iguales, no ella. Es la ley de la oferta y la demanda, que nunca va a terminar. La ministra de Igualdad quiere acabar la legislatura con una ley abolicionista. De la prostitución. Y yo quiero acabar la legislatura con veinte años y diez kilos menos. Veinte años menos, quiero decir. No sé si citar a la ministra Redondo a mi tía Justa, que hace tiempo que no la saco: «Mientras Murcia tenga río y Lorca tenga pantano, no reinará la chirivía en el partido del nabo». De momento, me preocupa la abolición de la palabra puta. O de prostituta. Y esta ya es muy larga. ¿Trabajadora sexual? Imagina que un Juan Diego te dice que tienes una trabajadora sexual dentro. Trabajadora será tu madre.