VIVIMOS COMO SUIZOS
Reflexiones binarias
Con lo que tenemos aquí se echa de menos una política de izquierdas como Glenda Jackson
Totò y Peppino (12/6/2023)
Carlitos (8/6/2023)
Dijo ayer Pedro Sánchez que de política doméstica no iba a hablar. Estaba en cosas pomposas de Europa, por eso soltó que «se acabaron las reflexiones binarias sobre el poder de China o Estados Unidos». Y no conseguía sonar a Macron anunciando el fin de ... la abundancia o, después, la descivilización. Sonaba más a Schwazenegger en 'Poli de guardería' con su «¡aquí ya no se hace pipí!». Pero que de política doméstica no iba a hablar, que si la Junta Electoral, que si patatín, que si patatán. Lo primero que debería hacer es no decir eso de «política doméstica». Doméstico para vuelo interior y doméstica para política nacional, esos anglicismos, se han generalizado en el degenerado lenguaje político. Pero esperen que la del extraño prestigio, tiene más cosas que añadir a ese lenguaje político. Como diría Ramón Gaya, no me repito, insisto. Nueva parrafada yolandesca: «Y vamos a hacer lo que es fundamental en la vida pública, que es para que la gente sea más fácil para las personas en nuestro país». Ya echo de menos a Glenda Jackson, una inglesa romántica y una política de izquierdas. En 2013, dos días después de la muerte de Margaret Thatcher, la diputada Jackson, lamentó en el parlamento británico el «extraordinario daño humano» que el thatcherismo había provocado. «¡Qué vergüenza!». «¡Siéntate!», le gritaban. No hace demasiado tiempo, la actriz dijo que la reacción era previsible y, por tanto, fácil de ignorar. Con Nuria Espert, hizo Glenda Jackson de Bernarda Alba. Yolanda Díaz es Bernarda de blanco. Aunque en lugar de hablar como Glenda, de manera salvaje, sea melindrosa, sostenible y esté subida en el tren de la bruja de la corrección.
Leo en 'El País' que en la nueva Ruta Quetzal comandada por Íñigo de la Quadra-Salcedo han tenido que bajar el nivel de acceso a los chicos. De toda España sólo pasaban 26 frente a 200 chicas. Temían que al año que viene no se presentaran varones.
De los políticos españoles no sé si pasarían los exámenes más hombres o más mujeres. Pero que los más zopencos son los que más arriba llegan es ley de vida.
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