Furtwängler

En la película 'Tár', el personaje de Cate Blanchett, directora de orquesta, habla con su predecesor al frente de la Filarmónica de Berlín. Surge el nombre de Wilhelm Furtwängler. Y su desnazificación. En 1922, Furtwängler fue nombrado director de la Filarmónica de Berlín. Estuvo incluido en la Gottbegnadeten-Liste, lista hecha por Goebbels de artistas considerados distintivos del Tercer Reich. De Furtwlänger dijo Hitler en 1942 que era el único director de orquesta cuyos gestos no tenían una mímica ridícula (quién fue a hablar). Y que había hecho de la Filarmónica de Berlín un conjunto muy superior al de Viena. La Filarmónica de Nueva York le ofreció en 1936 ser director titular ganando muchísimo más que en Berlín, pero rechazó la oferta. Otto Kemplerer o Bruno Walter se marcharon. Contó Speer que en 1944 Furtwängler le preguntó si Alemania tenía alguna oportunidad de ganar la guerra. Le dijo que no y le aconsejó irse a Suiza. El 28 de enero de 1945 dirigió en Viena la Sinfonía nº2 de Brahms y escapó a Suiza, como los Von Trapp en 'Sonrisas y lágrimas'. En los dos procesos de desnazificación a que fue sometido, en Viena y en Berlín, dijo que se sentía responsable de la música alemana. Fue absuelto, aunque no recuperó la Filarmónica de Berlín hasta 1952. Ni la música es un espacio seguro. La política, nazi o no, mete sus zarpas. No hay inmunidad espiritual para el artista, por sublime que sea.

Irene Montero dijo a Piqueras que nunca ha llamado machistas a los jueces. Ah. Montero es favorable a la «formación obligatoria» en igualdad. A 'desmachistizar' la Justicia, vaya. La desnazificación incluía procesos de reeducación. Y nuestros jueces están muy mal educados.