Arma y padrino
Ni muerto ni funeral
Le hemos dado por muerto tantas veces que más que Bruce Willis en 'El sexto sentido' es un extra de 'The Walking Dead'
Más 'Torrente' que 'The Wire'
Un nazi, tres puteros y un Peugeot
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Iniciar sesiónHay un meme que dice que Sánchez, como el protagonista de 'El sexto sentido', es el único de entre todos que desconoce que está muerto. Los memes son, a esta modernidad eternamente apocalíptica nuestra, lo que las greguerías al novecentismo. Cuánto ingenio anónimo en ... un golpe de vista. La leyenda acompaña a la fotografía de Sánchez hablando de urgencia a los medios, sin urgencia y sin medios (también es un meme, este de Dios Tuitero). Me da la risa tonta al leerlo, pero hago cuentas de cabeza y pasa a nerviosa. Le hemos dado por muerto tantas veces que más que Bruce Willis es un extra de 'The Walking Dead'. He perdido la cuenta de las veces que le di por (políticamente) finado. La primera fue en 2016, al presentarse a la investidura sin ser ganador de las elecciones (por primera vez en nuestra historia ocurría) y salía de allí sin ser proclamado presidente (también por primera vez). Unos días después consiguió también ser el primer candidato en no ser proclamado presidente, ni en primera ni en segunda vuelta. Poco después le di por muerto (van dos) cuando abandonó la Secretaría General del PSOE y su escaño en el Congreso. En su zurrón atesoraba el peor resultado del PSOE, desastre electoral en País Vasco y Galicia, medio partido en su contra y sospechas de pucherazo. Se subió al famoso Peugeot con la banda del moco y, oigan, a hacer historia, provincia a provincia (pero sin zafiedades en su presencia). Le di por muerto por tercera vez, que a la tercera va la vencida dicen, cuando llegó a la presidencia mediante moción de censura y, tras no convocar elecciones pese a haberse comprometido a ello (la primera vez que se nos miente es culpa del mentiroso, las siguientes ya es nuestra), fue incapaz de sacar adelante los presupuestos generales y tuvo que convocar elecciones. Agotado el plazo constitucional para formar gobierno, el Rey se vio obligado a disolver las Cortes Generales y se convocaron elecciones de nuevo. Y sí, le di por muerto (yo qué sé). Pero pactó con quien dijo que no pactaría jamás (entonces fue sueño, ahora es hambre) y, contra todo pronóstico, ahí siguió. Y ahí sigue. Y yo seguí dándole por muerto: cuando la nefasta gestión de la crisis del Covid-19 (con sus comités de expertos sin expertos y sin comités y sus inconstitucionales estados de alarma), cuando el pacto con separatistas y herederos del terror (con su amnistía y su entrega de Navarra), cuando lo de Koldo, Ábalos y Cerdán (con sus comisiones y sus pilinguis y sus fraudes), y con lo de Begoña (con su catedrita y su canesú, y su tráfico de influencias), y con lo del hermano (con su prevaricación y su puesto 'ad hoc'), y con lo del fiscal general (y su cambio de móvil)… Así que esta ya no. Cual plañidera prudente, me guardo el pañuelo y me siento a esperar. Que Sánchez ha venido a ser novia en toda boda, niño en todo bautizo y solo será el muerto del funeral si quien lo oficia es él mismo y es, además, el sepulturero.
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