Suscribete a
ABC Premium

Perdigones de plata

El silencio

El mutismo de Sánchez huele al cacareo gallináceo del que pretende ganar tiempo

El dogma

La caída

Ramón Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las películas clásicas que logran emocionarme hasta derramar una lagrimita cristalina un tanto moñas suelen destacar por el laconismo de sus protagonistas. Hablan poco, pero actúan con rapidez cuando los momentos clave. Un ejemplo lo encontramos con el Clint Eastwood de la trilogía dirigida por ... Leone. Y otro, quizá mi favorito, con Alain Delon bajo la batuta de Jean Pierre Melville en 'El silencio de un hombre' ('Le samouraï'). Cómo disfruto cuando regreso hasta su regazo. Y qué bien luce un hierático Delon con gabardina, siempre con la cacharra preparada calentando el bolsillo, y con un sombrero borsalino sobre la testa. Pura poesía.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación