Perdigones de plata
La fariña y el whisky
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Iniciar sesiónSostiene el escritor de novela negra Don Winslow que, el problema de la cocaína no pertenece tanto a sus productores, sino a los millones de consumidores que se empolvan gozosos la napia en los EE.UU. «Si millones de mis compatriotas no la comprasen, ... nadie la fabricaría; en vez de perseguir a los traficantes, que repriman a los consumidores», vino a decir. El presidente de Colombia, don Petro para todo, acaso ahonda con mayor vehemencia en esta original teoría al apuntar: «No es más mala que el whisky, pero es ilegal porque la hacen en América Latina».
Olvidemos que lo de «América Latina» es invento francés para apropiarse ladinamente de lo que jamás tuvo. Es Hispanoamérica, pero en fin, tampoco cabe esperar mayores alardes de Petro, uno que se rindió rápido, ridículo mediante, frente a Trump. En cualquier caso, carezco de base científica para valorar los riesgos sobre la salud de ambos productos. Opino, pues, conforme a la observación… Mi padre se pimplaba a diario un whisky con hielo acompañado por cacahuetes antes de comer, pero jamás se alcoholizó y jamás le vi pedo. Por contra, nunca he conocido a un farlopero capaz de frenar sus inhalaciones tras la primera raya. Siempre quieren otra, y otra, y otra, y acaban con frenesí de oso hormiguero y mandíbula desbocada como una máquina de escribir Olivetti pasada de rosca. Durante mi juventud algo crapulesca, mientras buscaba la pureza literaria que nace en el estercolero (huelga decir que nunca la encontré), también constaté, ay, tras recorrer muchos antros turbios y algunos 'afters' vomitivos que, la condición humana, tiende a la golosina en todas sus variantes. Por lo tanto, lo habitual en demasiadas ocasiones consistía en enfarloparse y beber litros de whisky. Y si se terminaba el whisky, se recurría al agua de los floreros. Las personas lo deseamos todo porque somos bichos avariciosos, y la avaricia, ya sabemos, rompe el saco. Supongo que con el alcohol vamos servidos. Intuyo, además, que nos suele sobrar esa traidora última copa de resaca inminente…
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