renglones torcidos

Dame símbolos

¿Cómo era aquello que nos preguntaba Sánchez? ¿La Fiscalía de quién depende? Intercambien 'Fiscalía' por 'Tribunal Constitucional'

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Tengo al gran hermano delante, plantado en mi pantalla como un ojo de Sauron. Creerán que exagero, pero un programa de inteligencia artificial (IA) es ya capaz de detectar si un usuario de Instagram tiene depresión con sólo escanear el tipo de fotos que sube ... a la plataforma. Por este motivo, envidié la capacidad de nuestra princesa para mantener cara de póker de forma sostenida ante el infame discurso de Armengol. No hizo falta, sin embargo, ninguna IA para que todos nos percatáramos de lo que rebullía en el seno interno de Doña Leonor y de su padre al escuchar el discurso de Sánchez.

Opinar sobre actualidad cada semana es como asumir la condena de Sísifo. Se advierte de lo que viene, te llaman exagerada, ocurre lo que se predijo, grititos de espanto y muchos «¡no será capaz!». Estamos ya en la pantalla en la que salta por los aires el Estado de derecho que muchos creyeron infalible por no caer en el detalle de que en España eligimos a Kelsen en lugar de a Schmitt: en nuestro sistema político, quien debe impedir los autogolpes de estado es un Tribunal Constitucional que está politizado. Y, ¿cómo era aquello que nos preguntaba Pedro Sánchez? ¿La Fiscalía de quién depende? Intercambien 'Fiscalía' por 'Tribunal Constitucional'. Décadas horrorizados por una posible llegada del fascismo, y cometemos los mismos errores que la República de Weimar.

La 'Leonormanía' es un espejismo, y no porque Su Alteza no esté dando lo mejor de sí. La realeza en España es como la Universidad de Salamanca: 'quod natura non dat Salmantica non præstat'. El poder y la simbología de la Corona son limitados. Esperamos que sea el Rey quien nos saque de este embrollo cuando somos nosotros quienes le fallamos estrepitosamente. Por falta de movilización ciudadana, pero también por depositar en la Familia Real casi todo el peso de la simbología nacional.

La bandera nos parece facha, muchos la llaman trapo e incluso le prenden fuego. ¿Qué es un himno nacional sin letra? A los asturianos les emociona ver a la princesa cantar el 'Asturias patria querida', a los militares, cuando entonan 'La muerte no es el final'. ¿Cómo unirnos todos los españoles cuando, al sonar el himno, sólo nos queda permanecer en silencio? ¿Qué hacer cuando no hay instrumentos y deseamos sentirnos unidos? ¿arrancarnos con un lololololo cual afición de fútbol en un estadio? Estas consideraciones les parecerán 'peccata minuta', pero una simbología fuerte compartida es lo que más necesita una nación en momentos como éste y carecemos de ella. Los valencianos nos refugiamos en nuestro himno regional: «Para ofrendar nuevas glorias a España, todos a una voz, hermanos venid», pero ¿qué le queda al resto de compatriotas?

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