Cómo ser un progresista de provecho

A.- Es imprescindible militar o tener simpatías por un partido de izquierdas. El centro, el centro-derecha y la derecha están intrínsecamente incapacitados para ser progresistas, porque –como todo progresista sabe– son personas de extrema derecha vergonzante que intentan disimular para dar un golpe de Estado. ¿Y por qué gobiernan en la mayor parte de los países de la Unión Europea? Porque no hay suficientes progresistas en la UE, y no son tan inteligentes como los progresistas españoles.

B.- Desconfíe de los progresistas de boquilla a los que les gustan los toros, los pasodobles, los desfiles militares, la zarzuela y la poesía romántica. En cuanto a poesía, un progresista debe defender los hermosos pareados de los raperos.

C.- Practique el lenguaje inclusivo, y diga siempre españoles y españolas, dependientas y dependientes, gerentes y gerentas, representantes y representantas… Al hablar en público, los discursos se alargan, pero eso ayuda a acortar las promesas y evitar compromisos posteriores. Un gran avance ha sido el logro histórico de llamar al Congreso de los Diputados Congreso a secas.

D.- Un aspirante a progresista debe ser antimonárquico. El hecho de que la monarquía esté asentada en países como Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica o Reino Unido se debe a que los progresistas de esos países están adormilados y son muy pocos. Esa antimonarquía deberá manifestarse en todo momento, quitando el escudo real por razones estéticas en cuanto se presente la ocasión.

E.- En el choque de intereses entre el lobo y los ganaderos, hay que estar siempre a favor del lobo, y el ganadero que se joda si el lobo le come las ovejas, porque el lobo no es vegetariano. Los que deberían ser vegetarianos son los progresistas, pero les falta fuelle, y esa leyenda de que el ser humano es omnívoro hay que dejar de escucharla.

F.- El feminismo debe predicarse y practicarse. Si el progresista es macho, deberá tomar siempre el permiso por paternidad y decir siempre «Yo te creo hermana» cuando una hembra diga que la han llevado al catre sin permiso, o le han pasado la mano allí donde la espalda pierde su honesto nombre, o dice que ha sufrido maltrato, o que el padre reclame el derecho a ver al niño, que será para maltratarlo. ¡Ah! Y a la hora de elegir entre un macho listo o una hembra tontorrona, mejor la hembra.

G.- En las discusiones con la derecha, si faltan argumentos, lo definitivo es llamarles fachas.

Con estas siete reglas será usted un progresista de provecho. Y medrará.