SALA DE MÁQUINAS
Los santos inocentes de Camps
El partido socialista y los nacionalistas montaron una carnicería, con la colaboración de dos periódicos y un fiscal ambicioso al que luego promocionaron desde el poder
Un regalo para Sánchez
Serás pobre y feliz
Camps fue el más conocido. Aunque hubo muchos más. Chicote contabiliza hoy más de un centenar de exaltos cargos perseguidos y absueltos. Quedan otros tantos, desconocidos (técnicos y asesores de la administración), atropellados en los tribunales como carnaza política. Uno los conoció bien: eran los ... santos inocentes. En Valencia hubo varios casos de corrupción, como en casi todas partes, y no pocas conductas reprobables, pero no delictivas. Eso fue verdad. Camps no fue un buen vigilante de las manzanas podridas, pero eso no justifica inventarse una infinidad de procesos infundados. La izquierda quería llevarse a todos por delante, corruptos o inocentes; estaba cansada de perder las elecciones. El partido socialista y los nacionalistas montaron una carnicería, con la colaboración de dos periódicos y un fiscal ambicioso al que luego promocionaron desde el poder. Destruyeron a doscientas personas y a sus familias por simple voracidad; los dejaron endeudados y humillados durante una década. Y ahora nos sale Sánchez con la matraca del 'lawfare'.
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