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la suerte contraria

De progre a facha

¿Cómo he podido realizar un viaje así sin moverme del sitio? ¿Será la ideología un constructo, como el género?

Piropos los justos (24/3/2023)

Políticamente correctos de nuevo (20/3/23)

José F. Peláez

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Yo crecí auto percibiéndome como una persona de izquierdas, una cosa moderada, socialdemócrata, blandurria, que entendía que había que redistribuir la riqueza, garantizar sanidad, educación, pensiones y becas, que creía que el Estado aconfesional es mejor que el confesional, que las teocracias es algo de ... países subdesarrollados –musulmanes–, que hay que cuidar el planeta, avanzar en la igualdad de la mujer y defender los derechos de los hablantes de todas las lenguas del país. Que sin capitalismo no hay Estado social y que sin Estado social no hay capitalismo, que es difícil ganar dinero cuando la gente tiene hambre porque tiende a matarte y que es difícil pagar médicos de urgencia sin empresas rentables que paguen impuestos. Y una postura muy tolerante con todas las razas, creencias, opciones sexuales y las carrilleras los viernes de Cuaresma. Todo esto desde un profundo amor a mi país, desde la certeza de que España es una sola nación, nada de plurinaciones ni ambigüedades. Y con una fe profunda en Dios, en el Dios católico, no en algo 'tipo energía' ni una de esas pijadas gnósticas. Y una estricta heterosexualidad. Y afición a los toros. Y colegio concertado de Jesuitas. Y querencia por los libros, la música y la historia. Medio progre, medio pijo. Un chaval normal de izquierdas.

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