LA PISABIÉN
El libro
'Tierra firme' se llama el engendro del que se desovan en Suiza
A todo lo que Madrid da (30/11/23)
Callejeo en el centro (28/11/23)
Era/Es un cuatro de diciembre. Eran las previas de diciembre, y antes sacó Pedro Sánchez las 'lecheras' en Ferraz y alrededores. Era y es un cuatro de diciembre y hay nuevo libro del presidente por la 'gracia de Sindios'. Muchas décadas antes, en ... diciembre, también un cuatro decembrino, salieron los andaluces, vanguardia española al sur de España, a decir que no eran menos, y que, para españoles y libres e iguales, ellos los primeros; y hubo un muerto, Caparrós, en Málaga. Aunque el regionalismo de naftalina quiera cambiar los hechos del sur.
Bien, es lunes cuatro de diciembre y es el día en el que el 'pollopera' del Maeztu da a la ciudad y al mundo su libro, oportunísimo en las guardias militares en las fronteras israelíes. Cuando el frío de los Altos del Golán más aprieta.
Su pensamiento, sus cosas, las de Sánchez: la nada con cubierta, de la que habrá que hacer exégesis con música de los Chiripitifláuticos detrás. Ocurre aquí que Sánchez no es Churchill, que no pinta jardines de la campiña inglesa, que no da un apotegma en condiciones, pero Irene Lozano le pone en consonancia y en libro dos ideas, dos, más o menos consecuentes y demagógicas, y ya hay morbo del afiliado piorreico que encarga el ejemplar por Navidad, envuelto y con tarjetita dedicatoria. Dios no los llamó (a Lozano, a Sánchez) por el camino de la prosa, a ninguno, pero los ismos en literatura es que son así. La Escuela de Atenas los contempla.
No te lo esperas, y aparece una obra histórica entre el esperpento y la justificación, como todos los grandes estadistas del mundo; ahí su lucha, su 2030 espiritual frente a los que rezan el Rosario en Ferraz. Habría que traducir el libro al esperanto, que aquí es el presidente universal. Será un esperpento ver a Zp pasar de Borges a Sánchez en el olimpo de sus lecturas. El no saber envejecer, que es lo que hace Zapatero frente a Curro por las tierras del poncho y las llamas.
'Tierra firme' se llama el engendro del que se han desovado en Ginebra. Firme como la palabra sanchista. Tierra baldía, la que es España hoy.