Callejeo en el centro

Ya digo que estos garitos están a la verita de Sol, pero saliendo de su zona de influencia, y el madrileño y el buen turista saben elegir precios, y si la noche no rasca las gargantas, el paraíso puede pasar por una terraza simpática y no necesariamente cara.

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Marina Ortiz

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Lo peor, con todo, es la vuelta a casa embozado en la capa. Amigos que han salido a celebrar la vida y, al día siguiente, igual toca laborable. Es el callejeo de Madrid; que te lleva al Cielo y te puede dejar sin un chavo cuando los golfantes te hacen un 'ronaldinho', un 'mataleón', qué más da si da lo mismo.

Del que hablo es el nervio del Madrid no necesariamente de madrugada, al que al arriba firmante le cogió 'gato' cuando vio las multitudes y no se sintió ni joven ni multitud. Ya demasiado llevamos pasado como para no celebrar la vida. Aunque ahora todo parezca muerte, todo sea muerte.

Hay que salir, no obstante, a ese Madrid que es el de siempre, desde Chencho y los pavos. El que ahora en estos días navideños tiene algunos pasajes tranquilos, gente de bien que quiere disfrutar de su ciudad.

Y que lo merece. El plan y el plano que les digo ya lo conocen. El que no sale en las guías. Vigilen sus pertenencias. Y vivan.