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Por lo que sea

La literalidad de la chistorra

«Después de la chistorra, ¿qué queda? El pacharán o la nada»

La abundancia o el apocalipsis

Koldo García EP
Bruno Pardo Porto

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Koldo es uno de esos hombres que no puede escapar de su apariencia. Ahora nos encontramos con sus chistorras, y comprobamos que también le persigue una fonética algo basta y en cierto punto entrañable, por antigua y brusca, como un abuelo al que vamos a ... visitar los fines de semana y aún afila los lápices con el cúter. Chistorra es una de esas palabras que te llena la boca, casi siempre de felicidad grasa, y que de alguna manera nos traslada a un mundo anterior al traje, a la corbata y a las recomendaciones sanitarias: es un mundo donde hay que mojar el pan con gallardía. En la chistorra acaban las formas y empieza la fiesta, no siempre gastronómica, o no solo. Dices chistorra y lo siguiente que ves son unas manos manchadas limpiándose sin mucho disimulo en el mantel blanco, que ya queda para el destierro del trapo, y tal vez alguien eructando para sus adentros, llenándose aún más de placer, de orgullo, mientras pide un palillo, porque ya no tiene sitio ni para los paluegos. Después de la chistorra, ¿qué queda? El pacharán o la nada.

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