Suscribete a
ABC Premium

Por lo que sea

La abundancia contra el apocalipsis

«Todos queremos tener un sitio al que llamar casa, y abrir una nevera llena»

Pedro Sánchez, ¿Nobel de Literatura?

Bruno Pardo Porto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lo primero que supe de Greta Thunberg es que no volaba y no comía carne y no quería regalos por Navidad: todo era por el cambio climático, para combatirlo. Era 2018 y tenía 16 años, y ya entonces era un referente mundial del activismo. Thunberg ... regañaba a los mayores, a los dirigentes del mundo, por no pensar en el futuro, y a la vez el futuro que dibujaba se parecía mucho a un apocalipsis. El planeta se estaba hundiendo, calentando, rompiendo. Y así nació la ansiedad climática entre una juventud que cada vez tenía menos motivos para pensar en el mañana: para qué, si el aire iba a ser irrespirable. ¿Cómo no iban a estar enfadados? Algunos se sumaron al decrecentismo, que era un 'moonwalk' de la economía y el consumo: había que gastar menos y comprar menos para vivir más, aunque fuera peor. Si había una esperanza esta tenía que ser triste, gris, aburrida, como de novela de posguerra. Su emblema era el caracol. Teníamos que ser caracoles, decían.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia