Resistencia de manual

Es evidente que desde que estalló el escándalo han fracasado los intentos de 'negociar' el proceso y el tono de la salida de un sanchista de primera hora, lo que deja al partido al borde del precipicio ante el riesgo de que ese final no pactado despierte el interés de Ábalos por enchufar el ventilador y airear todo lo que sabe y pudiera comprometer al PSOE y al Gobierno, lo que haría que además de ser rehén de Puigdemont quedase Sánchez al albur de la lengua afilada de Ábalos. En su última intervención televisiva, el sábado por la noche, no se limitó el exministro a autoexculparse o defenderse del caso mascarillas y las trapisondas de Koldo, sino que no paró de lanzar mensajes encriptados contra quienes dentro de la 'sanchesfera' le están exigiendo que se vaya. Sospechosamente silente se halla Santos Cerdán, que sustituyó a Ábalos en los fogones de Ferraz y que fue el primer gran patrocinador de Koldo. Porque fue Cerdán quien le sacó de la puerta del puticlub y se lo recomendó a Ábalos para que lo tomara como asesor, hombre para todo y, con el paso del tiempo, hasta le hiciera consejero de Renfe. Tan fulgurante resultó el ascenso de Koldo en el PSOE que el propio Sánchez lo puso como «ejemplo para la militancia», en su libro 'Manual de resistencia'. Aunque para resistencia la de Ábalos... Sánchez tiene de aquí al miércoles (sesión de control en el Congreso y comisión de Interior con temática de lucha contra la corrupción) para cortarle la cabeza, aunque si es y Ábalos tira de la manta él mismo pueda pasar de Judith a Holofernes.