El batallón
Llamaradas
Fue terminar de decir Sánchez lo del marco seguro contra el fuego y Ferrovial le prendía otro incendio, aunque en realidad él fue el primer pirómano
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Iniciar sesión«¿Arreglarlo tú? ¿Tú lo vas a arreglar...?». Aquellas preguntas retóricas del vecino de la sierra de la Culebra, ardiendo aún por los cuatro costados, terminaron por calcinar la visita compasiva que Sánchez giraba al siniestro en aquella fronda zamorana para demostrar su preocupación por ... tan grave incendio y su disposición a arreglarlo todo. Pero más abrasiva que esas preguntas resultó la mirada displicente con la que el anciano fulminó al presidente, que en ese mismo instante quedó convertido en ceniza. El vídeo se hizo viral, pues venía a demostrar lo sencillo que en realidad es desmadejar al presunto héroe que habita en La Moncloa, que con esas cuatro palabras y esa mirada quedaba reducido a pavesas donde se podían leer todas las promesas incumplidas desde que accediese al mullido colchón del palacio presidencial.
Nueve meses después ha vuelto Sánchez al fuego en el tercer episodio del serial 'Pedro con la gente' después de los cortos de ficción con los jubiletas de la petanca y los chavales de Parla, todos salidos de un 'casting' entre las agrupaciones socialistas. Para la tercera entrega, Sánchez se ha ido a Ávila, al puerto del Pico, para anunciar que además de los pensionistas y los jóvenes, el Gobierno se preocupa por los bomberos forestales. «Vengo de estar con los bomberos. Aseguramos un marco básico común en toda España».
Fue terminar de decir Sánchez en Ávila lo del marco seguro contra el fuego y Ferrovial prendía otro incendio con el anuncio de su salida de España a Holanda buscando mayor seguridad jurídica una vez que el Gobierno ha decidido declarar la guerra a la gran empresa, los ricos, los del puro, los codiciosos y el resto de la imaginería pantuflera que ha ido alumbrando en su cruzada contra «los poderosos del Ibex», que Sánchez en persona abrió en La Moncloa el pasado septiembre en su «encuentro con la gente», donde parte de los elegidos, claro, también tenían el carné del partido. Inmediatamente, en octubre, Tezanos se puso a los fogones, «a ver qué tenemos por aquí en la alacena...», y sacó una encuesta que avalaba el ataque. A tumba abierta se lanzó después parte del Gobierno contra los empresarios, poniendo nombre y apellido (Juan Roig) al «capitalismo despiadado» de uno de los mayores empleadores de España, casi 100.000 trabajadores en nómina a los que desde enero les subió un 5,7 el sueldo, mientras que Ejecutivo se quedaba en el 2,5 para los funcionarios. De aquellas llamaradas, estos ferroviales... A la gente no suele gustarle pagar más y más impuestos y menos que la insulten.
Ahora que el Tito Berni y 'los quince del Ramses' han llegado a la actualidad para quedarse, ya está tardando Tezanos –siempre tan atento a lo que ocurre– en ponerse de nuevo el mandil y preguntar a los españoles qué opinan sobre el uso que parte de los socialistas hacen del Congreso, la casa del pueblo, convertido en un chiringuito (con extensión al Sombras) donde por el humo se sabe dónde está en fuego; y si confían en que Sánchez lo va a arreglar.
«¿Arreglarlo tú? ¿Tú lo vas a arreglar?», contestaría el abuelo de la sierra de la Culebra convirtiéndole de nuevo en ceniza...
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