EL BATALLÓN
Galgos o podencos
A Sánchez la presidencia del TC le resultaba irrelevante; lo que le interesa es el vuelco ideológico, el 7-4 a favor del bloque progresista. Y eso ya lo tiene
En realidad, al Gobierno de Sánchez le resultaba irrelevante que la presidencia del Tribunal Constitucional recayese en Cándido Conde-Pumpido o en María Luisa Balaguer. Salió finalmente el primero. Lo que le interesaba es el 7-4, el vuelco en el bloque ideológico del plenario ... durante los próximos tres años, tiempo en el que puede ver 'constitucionalizadas' las cesiones, prebendas y canonjías que ha venido y vendrá concediendo a sus socios parlamentarios. El aperitivo del atracón que -se sospecha- quiere darse a costa de la Constitución ya lo hemos visto en la liquidación del delito de sedición y la rebaja a pellizco de monja de la malversación, o en el intento de enmendar la plana al texto del 78 a través de una enmienda a una ley ordinaria que nada tenía que con la ley orgánica que regula el Tribunal. Paralelamente, y si como predicen ahora las encuestas, hay cambio de inquilino en La Moncloa, este vería dificultado arreglar legislativamente el estropicio constitucional que se intuye.
Nadie debiera de llamarse a engaño, la única diferencia entre Pumpido y Balaguer, egos inmarcesibles y apaños conyugales de rebote aparte, es que el primero, cuando fue fiscal general del Estado, ya se llenó los bajos de la toga de cascarrias con el polvo, hecho barro, del camino durante el zapaterismo (ese estruendoso «¿pero esto lo sabe Pumpido?», de un perplejo Otegi cuando fue citado por la Audiencia Nacional); la segunda, en cambio, es una catedrática que no ha tenido una relación directa y orgánica con el poder. Pero ideológicamente son tal para cual, al margen de la entreñable afiliación marxista de ella.
Tres años tiene Sánchez -decimos- en ese intento de 'constitucionalización', con forceps y lo que haga falta, de sus arreglos con el separatismo, ya tenga este pasado terrorista o no. No quiere arriesgarse a que le salga un Manuel Aragón Reyes de la vida que le escabeche los planes desde el sector progresista. Desde la nueva mayoría del TC se ha proclamado, en declaraciones a Onda Cero por ejemplo, su disposición «a estudiar detalladamente» el asunto de la autodeterminación de una parte de España en cuanto los 'indepes' lo planteen, pese a que la Constitución deja muy claro desde el principio lo de «la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles».
Pumpido o Balaguer, Balaguer o Pumpido... no trae cuenta entretenerse en ver grandes diferencias entre el uno y la otra, no vayamos a reeditar la fábula de Iriarte en la que dos conejos discutían si eran galgos o podencos los que se acercaban a precipitar su final.
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