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La Tercera

La libertad del mando a distancia

El 11 de junio de 1995 se enfrentaron quienes querían quitar a los italianos una televisión diseñada para ir en contra de sus gustos, porque había que 'educar' a los ciudadanos. Y los que, en cambio, defendían la libertad del mando a distancia

¿Mixta o diferenciada? Las dos

Demolición moral

Alberto Mingardi

El 11 de junio de hace treinta años, los italianos tuvieron que votar en doce referendos. Tres de ellos se referían a la televisión. Fueron ideados parar matar políticamente a Silvio Berlusconi, cuando éste se había convertido (sólo durante ocho meses) en primer ministro ... en 1994. El objetivo era devolver a sus empresas, a sus cadenas de televisión, a una dimensión en la que no pudieran competir con la televisión pública. El cebo para los electores era apetitoso: si votaban sí a una de las preguntas, se ilegalizarían las pausas publicitarias durante las películas, a excepción de la que hay entre la primera y la segunda parte. El 58 por ciento de los 28 millones de italianos que votaron (algo menos del 60 por ciento de los electores con derecho a voto) optaron por mantener los anuncios en las películas. Los intelectuales, para quienes lo único más vulgar que la televisión es la publicidad, estaban desconcertados.

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