Suscribete a
ABC Premium

David Gistau

El tercero

Patxi López parecía un consejero matrimonial que estuviera perdiendo la paciencia

David Gistau

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los debates electorales parecen más eficaces como espectáculo cuando se ajustan a la receta clásica de la narrativa: dos personajes y un conflicto. Cuando contienden candidatos en un número mayor, la propia trama del debate suele dispersarse. Esto venía ocurriendo durante todo el proceso ... de primarias en el PSOE con el tercer personaje, Patxi López , a quien no sabíamos muy bien dónde ubicar en un conflicto que dábamos por resuelto con ese antagonismo de Díaz y Sánchez que tiene todos los argumentos necesarios, incluido el del odio personal apenas mitigado en público por las cortesías. La socialdemocracia clásica, oficialista, cuya candidata está protegida y promocionada por todos los poderes intangibles y por la gran cabecera orgánica del progresismo, frente a otra socialdemocracia aventurera, experimental, montaraz, cuya capacidad mimética con los radicales proviene de la "quimicefa" doctrinal en la que explotó tubos de ensayo el loco doctor Zapatero. ¿Y Patxi López, cuya última impronta pública fue la de un presidente del parlamento sobrepasado por las circunstancias, por las pendencias y hasta por el reglamento?

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia