Sin el centro no hay salida

La operación de reunificación del centro-derecha necesita de decisiones como la que el PP ha tomado en el País Vasco. El PP debe poner sin dudar un pie firme en el centro, aportando los millones de votantes de la derecha moderada que se mantienen impertérritos ante el mensaje bizarro y populista de Vox. El partido de Abascal ha impedido una bajada de impuestos en Madrid y tiene como objetivo que Feijóo pierda la mayoría absoluta en Galicia. En ambos casos salen ganando la izquierda y el separatismo. El cuanto peor mejor que practica Vox acabará agotando a sus electores si solo sirve para que Sánchez e Iglesias se solidifiquen en el poder durante una década. El PP debe ensanchar su espacio ya que sin el centro no hay salida, ni por supuesto alternativa. Aznar, sí Aznar, y después Rajoy aglutinaron desde el centro a la derecha haciendo del PP la casa común de gente diversa y diferente. Mientras eso no vuelva a ocurrir, Sánchez e Iglesias tienen el terreno libre de marca. Casado construyó ayer su discurso en la defensa de la igualdad de todos frente a los privilegios que el separatismo le va a ir sacando al sanchismo, dispuesto a pagar el precio que toque.

La coalición PP-Ciudadanos tiene sentido si defiende el 78 y la España autonómica frente a la identitaria y segregadora que aprieta para romper el Estado en varios trozos aprovechando que la Presidencia del Gobierno está dispuesta a lo que sea por permanecer y estar, porque gobernar, ya se sabe, es otra cosa.