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Cambio de guardia

Maestros

‘Educación de sentimientos’es sólo un eufemismo de ‘corrupción de menor’

Gabriel Albiac

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Leí la sinopsis del nuevo proyecto -otro más e igual de nulo- de ‘ley de educación’, que publicaba ABC el sábado. Avergonzado. Y puede, lo confieso, que esa vergüenza fuera sólo un atavismo: el del último de una vieja estirpe de maestros. Cuyo abuelo dirigió ... la Escuela Normal en la dorada Salamanca de Unamuno. Cuya madre fue -y lo fueron sus dos hermanas- jovencísima maestra en un pueblito de la serranía valenciana. Allí nací en el cincuenta. No había aún ‘profesores de EGB’, esa letal horterada. Sólo maestros. Lo más que se puede ser: el que enseña. La enseñanza les era una religión. A la cual juzgaban digno sacrificar todo. Vivían en el límite de la miseria: en esto España ha sido siempre idéntica a sí misma.

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