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EDITORIAL

Francia: un alivio y un aviso

Macron tiene que dar un cauce positivo a su victoria para mitigar ese descontento radical que, como se ha demostrado, es capaz de votar a cualquier opción extremista con tal de acabar con el actual sistema político

Editorial ABC

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La victoria clara de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales que se han celebrado en Francia representa una buena noticia para toda Europa. En estas graves circunstancias, con una guerra terrible en nuestro vecindario más próximo, una crisis económica en ciernes y en ausencia del ... liderazgo de Alemania al que estábamos acomodados durante las últimas décadas, lo mejor para la estabilidad de Europa es mantener la calma y evitar maniobras bruscas de ningún tipo. Ahora bien, no es bueno ni para Francia ni para Europa que un país central de la UE sea gobernado por un presidente al que una mayoría de votantes han respaldado solamente como mal menor, simplemente como remedio para evitar la victoria de la candidata nacional-populista, Marine Le Pen. Macron no ignora que ha sido elegido no tanto por sus méritos sino por la insuperable alergia que Le Pen produce en una parte del electorado, mientras que una abstención de las más altas de la historia de la V República señala claramente que el grupo de votantes más numeroso es el de los que no han querido apoyar a ninguno de los dos candidatos, lo que puede interpretarse como una demostración de que no les importaba que hubiera ganado uno u otra.

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