Suscribete a
ABC Premium

Convención sin convicción

El PP se siente en un bucle de contratiempos entrelazados, bajo la impresión indefectible de despeñarse cuesta abajo

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno EFE
Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Muy a fondo tendrá que emplearse Mariano Rajoy en la convención del PP si quiere infundir confianza y aliento a sus deprimidos cuadros. El presidente está acostumbrado a resistir asedios, pero no es el hombre más idóneo para transformar un estado de congoja en otro ... de entusiasmo. La capacidad de motivación no figura en el catálogo de virtudes de su liderazgo. La va a necesitar sin embargo porque, aunque en Sevilla huele a feria, el partido se halla en estado de abatimiento y zozobra, a punto de desmayo. No se trata ya de que militantes y dirigentes noten en el cogote el resuello apremiante de Ciudadanos, sino de que son ellos mismos los que empiezan a verse rezagados. La reunión de este fin de semana, pensada para galvanizarlos, llega en un momento de pánico. Con las encuestas en contra, Cifuentes acorralada y Puigdemont liberado, la nomenclatura popular se siente en un bucle de contratiempos entrelazados y bajo la impresión indefectible de despeñarse cuesta abajo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia