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Gabriel Albiac

Cómo perder la guerra

Hay un modo infalible de perder una guerra: hacer como que la guerra no existe. En eso estamos

Gabriel Albiac

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Muy pocas veces, en los últimos siglos, una guerra fue declarada de modo más solemne. Y menos equívoco y con ratificación más reiterada. La yihad fue primero dictada por Jomeini , quien hoy aparecería al Daesh como un insoportable moderado. Los ayatolas de Qom emitieron ... fatwas contra ciudadanos concretos, a los cuales condenaban a muerte: el caso Rushdie es sólo el más simbólico . Vinieron luego las proclamas que llamaban a destruir Israel y los Estados Unidos (en la jerga iraní el Pequeño y el Gran Satán). En lógica implacable, los de Bin Laden extendieron la declaración de guerra santa a todo el occidente no musulmán. Y, a partir de 2001, iniciaron las operaciones en territorio enemigo. No es verdad que sus blancos hayan sido aleatorios o indiferenciados. Su blanco fue y es la población civil. Tanto más directamente apuntada cuanto más inocente. En la lógica del terror yihadista, el pánico será mayor cuanto más irracional sea su objetivo.

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