Pues no era tan difícil

Tras meses y meses tachando al PP de «inconstitucional» y «obstruccionista», han bastado treinta minutos para que Sánchez acepte la propuesta de Casado de pactar la renovación de órganos y el ministro Bolaños -conocido ya en la Carrera de San Jerónimo con el irónico remoquete ... de ‘Negociator’- llame con urgencia a Génova para hablar del TC, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo. Al parecer no era tan difícil, al menos mientras no se trate del CGPJ, donde el sanchismo sigue oponiéndose a que los jueces elijan a los vocales de su gobierno corporativo. Por ahí no pasa Sánchez, que ya ha olvidado su antiguo deseo de «despolitizar el CGPJ y que los partidos dejen de proponer candidatos» (hay prueba gráfica de ese propósito), pues una vez que está en La Moncloa y ha dejado claro «quién manda en la Fiscalía» (de esto hay hasta prueba audiovisual) no se arriesga a que ocurra lo mismo con los jueces.