Ansu Fati hacia Jesús Navas: «Jesús ha sido un ídolo de mi infancia»

«Jesús ha sido mi ídolo de la infancia, volver a esta ciudad, volver a la ciudad deportiva y ver que el campo lleva su nombre la verdad que es un honor. Compartir vestuario con él para mi es un sueño porque venía aquí de pequeño, le veía de lejos y fue como una motivación para algún día llegar a la élite» ha declarado el jugador del Brighton.

La historia del Sevilla y Ansu comienza con el padre del jugador, Bori Fati , quien fue el primero de la familia en llegar a España. Este guineano escuchó hablar de un pueblo de Sevilla donde podía tener alguna oportunidad laboral, Marinaleda. Y allí se plantó. Cuando ya se asentó en España, Bori pudo traer a su familia a España, más concretamente en la localidad de Hererra.

Fue en aquella localidad sevillana donde Ansu comenzó a dar sus primeras patadas al balón. El fútbol lo era todo para aquel pequeño guineano que recién había llegado a España. En Herrera, su padre lo llevó a la escuela Peloteros , donde no tardaron en darse cuenta de que el chico sobresalía por encima de los demás. De aquel modesto club pasó al Sevilla FC , donde el padre sólo firmó un año, pensando en que el futuro del chico podía pasar por otros clubes.

Aunque apenas estuvo un año y medio en la cantera del Sevilla, Ansu Fati vivió experiencias inolvidables como poder ver a profesionales como al que halaga en el video de la selección, Jesús Navas, como también, cuando jugó el Mundialito de Portugal y la Liga Promises en Cádiz. Aquello ocurrió cuando el chico solo tenía ocho años.

Hoy Ansu ya puede decir que juega con las personas que eran un ejemplo para él cuando era un niño, dos generaciones de sevillistas unidas por la selección, una empezando su carrera y otra, como Jesús Navas, que está en el ocaso de su carrera por la edad que ostenta el capitán sevillista, a uno de llegar a los 50 partidos con la selección, aunque como dice el seleccionador Luis de la Fuente: «Dejará el fútbol cuando él quiera, porque el fútbol no le va a dejar nunca».