El prototipo del Citroën DS y «el affaire L'Auto-Journal»
Un dueño de gasolinera curioso, una llamada de teléfono, unos periodistas apostados a la caza de un prototipo
Denuncias, investigaciones, detenciones, libertad de prensa frente a secretos industriales…
La historia del extraordinario Citroën DS tiene un curioso prologo
Es el mes de marzo de 1952. Un camión Citroën P45 con la caja cubierta se detiene a repostar en una gasolinera de Draguignan, en el departamento del Var en, la región de Provence-Alpes-Côte d'Azur. Al dueño de la gasolinera le gustan ... los coches…, y no resiste la curiosidad.
En un momento de descuido, levanta la lona del P45 y ve en su interior un extraño automóvil, un prototipo. Y saca sus propias conclusiones pues conoce de vista a André Lefèbvre, el ingeniero que, junto al diseñador Flaminio Bertoni, ha dirigido los equipos creadores de los Citroën Traction (7,11 y 15) y del 2 CV, que posee una casa de campo en la zona…
Poco después, descuelga el teléfono y marca el número de la redacción de L'Auto-Journal. La famosa revista quincenal francesa (en realidad se llama «journal» por su formato de periódico que mantendrá hasta finales de 1969), era una publicación muy joven.
Fundada dos años antes (el primer número aparecería el 15 de enero de 1950), por André Parinaud, muy poco después es absorbida por Robert Hersant y Jean-Marie Balestre. Este último llegaría a fundar y presidir la Federation Internationale du Sport Automobile (FISA) de 1978 a 1991, y a ser uno de los hombres fuertes de la F1, famoso por sus enfrentamientos con Bernie Ecclestone.
Bajo la lona de la caja de un camión como este, un Citroën P45, el dueño de la gasolinera descubrió el prototipo del DS
En la redacción del quincenal, con Gilles Guérithault al frente, creen adivinar que el coche descubierto bajo la lona del camión es el futuro y revolucionario sustituto del Traction, del que se escuchan muchos rumores y no se sabe nada. Y hacia el departamento del Var parten Patrick Hersant, Marcel Petré, y André Boussemart, que inician la caza del prototipo del Quai de Javel. Se trata de una tarea difícil pues Citroën, en manos de Michelin en esa época, guarda con celo el desarrollo de sus nuevos modelos.
El 12 de marzo de 1953, los periodistas de L'Auto-Journal se reparten por las carreteras que rodean la casa de los Lefebvre. De pronto se escucha el ruido de un motor y surge un extraño automóvil con una carrocería rudimentaria, con laterales de chapa ondulada y capota de lona en la parte trasera. El vehículo era reconocible, como dirían comentaristas posteriores, por su parabrisas curvado y baja altura. Al ver a uno de los periodistas, el conductor del Citroën intenta escapar. Pero al tomar una curva en un pueblo llamado de Terrissole, en Figanières, el fotógrafo de L'Auto-Journal toma algunas fotos. Y el prototipo termina por desaparecer.
A partir de ahí los papeles cambian. Ahora son las gentes del equipo Citroën las que intentan «dar caza» a los reporteros. El corpulento hijo menor de André Lefebvre, Michel, de 27 años, acompañado de los probadores de Citroën, persigue en un coche al de los periodistas que, bloqueados por el camión, ha de detenerse. Michel Lefebvre intenta arrebatarles la cámara. Finalmente, las gentes de L'Auto-Journal escapan con el material fotográfico que enviarán por tren a Paris.
Dos publicaciones, y la policía en la redacción
En la portada del número 51 de L'Auto-Journal, de 1 de abril de 1952, aparece el titular en letras mayúsculas de color rojo: «HEMOS FILMADO EL PROTOTIPO CITROËN». Es toda una bomba informativa, un éxito periodístico, que no gusta nada en la marca del doble chevrón…
Bajo el titular, la primera foto del que será el DS, en el nº 51 de «L'A» de 1 abril 1952
Pero en L'Auto-Journal no descansan, y buscan capitalizar la expectación generada por el sucesor del antiguo y no menos legendario Traction Avant. Así, Gilles Guérithault inicia un cuidadoso trabajo para recopilar datos que permitan desvelar las asombrosas características del futuro Citroën: suspensión hidroneumática en las cuatro ruedas (el 15H solo la lleva en las posteriores), asistencia hidráulica generalizada (frenos, dirección, cambio, embrague…), carrocería original, fijación de las ruedas con una sola tuerca central o el sorprendente volante de dirección monobrazo. Guérithault y el famoso ilustrador René Bellu, preparan cuidadosamente un número dedicado a desvelar todos estos secretos del Citroën.
Pero una tarde, a finales de mayo, la policía irrumpe en la redacción de L'Auto-Journal. Citroën ha presentado dos denuncias ante el juez de instrucción superior los días 27 y 29 de mayo de 1952. Esta acción se debió a indiscreciones descubiertas en las fábricas del Quai de Javel y a la explotación de esta información por parte de L'Auto-Journal. Las denuncias alegaban robo, receptación, complicidad, soborno a empleados, divulgación de un secreto comercial y falsificación de diseños y modelos. Esta acción penal prosiguió y culminó en la acusación contra Jean-Marie Balestre y Robert Hersant. Su hermano Patrick Hersant llega a las manos con la policía y termina por pasar quince días en la cárcel.
Guérithault y su equipo no se dejan presionar. Así, en su número 55 de la primera quincena de junio de 1952, L'Auto-Journal presenta en portada el primer boceto del llamado Citroën 10 CV (la denominación DS es aún desconocida), diseñado por René Bellu. El dibujo de Bellu es muy próximo a la realidad, incluida el afilado frontal si bien añade una calandra que nunca se verá en el modelo de serie. En el texto de la portada y en referencia al coche, se indica que «es necesario precisar a los lectores que lo hemos tenido ante nuestra vista y podido examinar atentamente cuando se encontraba detenido cerca de Ferté-Vidame». El complejo Ferté-Vidame, originalmente un castillo y su vasto parque, había sido adquirido en 1938, por Michelin, propietaria de Citroën con la idea de establecer un centro de pruebas para los futuros modelos de la marca francesa en este enorme espacio, alejado de miradas indiscretas…
El dibujo de Bellu, en portada, y los datos publicado, eran muy precisos
En este número de junio de 1952, L'Auto-Journal llega incluso a reproducir un dibujo en recorte de un estudio de motor de seis cilindros boxer, refrigerado por agua. En el texto inciden en que, en el prototipo sorprendido en marzo, era un motor refrigerado por aire pero que problemas de calentamiento (que se había manifestado en una subida a Mont-Ventoux) y su ruido muy elevado habían llevado a desecharlo. Un motor de seis cilindros con refrigeración líquida que tampoco se verá en el DS, que se conformará con el motor del cuatro cilindros proveniente del 15 CV.
En el texto se advierte que el Citroën 10 CV 6 plazas está destinado a rivalizar con el Renault Fregate y el Ford Vedette, pero «ofreciendo soluciones más originales», y que no se comercializaría «mañana» sino que aún quedaba un tiempo para su puesta a la venta. También se dice que su velocidad máxima superaría los 140 km/h y que tendrá un comportamiento, una estabilidad «excepcionales».
Sin duda la información era muy completa para tratarse de un prototipo.
Las presiones sobre Guérithault
En el proceso civil iniciado en 1954 por la sociedad André Citroën contra el periódico Auto-Journal, la firma del doble chevron reclama 150 millones de francos de la época por daños y perjuicios, acusando a su oponente de «denigración sistemática, maliciosa y de mala fe tanto de sus productos como de las personas involucradas en su producción, que se remonta a principios de 1950». También acusa Citroën a la publicación, de revelar secretos comerciales, en referencia a la edición del 1 de junio de 1952, que incluía los dibujos de un motor, una suspensión y una carrocería.
Comenzó entonces un juicio que duró varios años. El domicilio de Gilles, fue sometido a vigilancia e intervenciones telefónicas constantes. Confesaría que su cabello se había vuelto completamente blanco (con tan solo 30 años) durante este período. Su petición al entonces ministro del Interior, François Mitterrand —para quien Gilles Guérithault había sido asistente parlamentario durante varios meses— de que aflojara la presión policial, fue ignorada.
El 6 de octubre de 1955, Citroën presenta el DS en el Salón de París en medio de la expectación
Sin inmutarse, Gilles continuó con su labor de investigación. La revelación, en L'Auto-Journal del 15 de septiembre de 1955, de todas las características del DS, sería para siempre su momento de gloria: 620.000 ejemplares se distribuyeron por toda Francia gracias a esta exclusiva del siglo, que él mismo llamaba «la mayor alegría de mi carrera». Las extraordinarias cualidades del Citroën DS salieron así a la luz casi veinte días antes de la presentación oficial del DS en el Salón del Automóvil de París el 6 de octubre de 1955, jornada en que «la déesse» (ya saben, la diosa) en apenas unas horas sedujo a doce mil compradores…
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Todo un enfrentamiento que hizo historia, entre la publicación, defensora de la libertad de prensa, y el principal fabricante de automóviles francés de la época, poco entusiasmado con la revelación de sus secretos industriales. Y aún menos a la hora de lanzar un modelo extraordinario, fuera de toda norma, con años de avance a su época.
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