La nueva vida de La Duquesita, la pasteleria favorita de la nobleza y Primo de Rivera

Situada en el número 2 de la calle Fernando VI, a unos pasos del singular Palacio de Longoria , este centenario establecimiento se hizo famoso por su cuidada y exquisita elaboración de pastelitos y bombones . Destaca, en este sentido, los Cruzamientos, unos deliciosos bollitos que se regalaban a los caballeros que iban a ingresar en una orden militar. El local se vio obligado a cerrar hace apenas tres meses por la jubilación de Luis Santamaría, la tercera generación de pasteleros.

Sus antepasados, principal activo de su elevada consideración, labraron una historia que ha sido inherente al buen gusto. Proveedor de la nobleza española para sus celebraciones, la madre del rey Alfonso XIII, asidua de La Duquesita, fue un claro ejemplo de la clientela habitual. María Cristina de Austria llegó incluso a gastar 200 pesetas de la época en un pedido. Igualmente, José Antonio Primo de Rivera frecuentaba el local para desayunar antes de su muerte, en 1936.

El nombre del establecimiento remite a una pequeña estatua que corona la entrada al local. Una pequeña duquesita con corona que provocó un incidente durante la Guerra Civil. Acaso por las referencias monárquicas, un hombre, presumiblemente republicano, comenzó a dar golpes a la figura, dejando roturas, todavía visibles , en el cuello y la mano.

En su intento de reescribir la historia, la nueva Duquesita, impulsada por Oriol Balaguer, pretende crear una carta en la que se apostará por una «gastronomía dulce tradicional» encaminada a profundizar «en los sabores de siempre». Oriol Balaguer ofrecerá algunas de sus propuestas ya conocidas, pero incluirá nuevos chocolates, bombones, postres, pasteles y una «amplia oferta» de repostería de temporada, además de algunas referencias emblemáticas, según ha informado Europa Press.