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curiosidades

«La cara de Dios»: la Santa Faz escondida en una iglesia de Madrid

En la calle de la Princesa, en una capilla desaparecida hace tiempo, se conservaba la copia de este lienzo medieval por el que los madrileños se iban de romería

«La cara de Dios»: la Santa Faz escondida en una iglesia de Madrid abc

b. f. rebolledo

Pocos madrileños saben que en nuestra ciudad tenemos «la cara de Dios» escondida en una iglesia y pasando prácticamente desapercibida.

La historia se remonta al año 1700. Existía entonces una capilla llamada Nuestra Señora de la Concepción en la calle de la Princesa. Esta ermita había llegado a la ciudad de la mano del marqués de Almonacid y del marqués de Castel Rodrigo. La esposa de este último, doña Leonor de Moura tenía una hermana llamada Juana, a la que el papa Paulo V había regalado un lienzo con la Santa Faz.

Esta reliquia cristiana que, en teoría, sería una representación del velo con el que Verónica limpió la cara de Cristo en el viacrucis, era una copia del original que estaría guardado en una capilla privada del Vaticano.

En 1700 la capilla se abrió al público y acabó siendo conocida como «la capilla de la cara de Dios» por el lienzo que conservaba en su interior. Cada Viernes Santo se celebraba la «Romería de la Cara de Dios», verbena que duró, probablemente, hasta el siglo XX. Toda la ciudad acudía a la capilla a venerar la imagen y luego comenzaba la juerga con comida y bebida en los alrededores, a la altura de la plaza de Cristino Martos, junto al Palacio de Liria.

Tan popular era la imagen de la Santa Faz que hasta Carlos Arniches, dramaturgo y autor teatral de finales del siglo XIX y comienzos del XX, creó un drama llamado «La Cara de Dios», que fue interpretada como zarzuela con música de Ruperto Chapí.

Con el tiempo, la iglesia fue derribada, probablemente hacia el año 1966. En su lugar se encuentran ahora las escaleras que llevaban a la plaza de Cristino Martos.

El destino de la Santa Faz

La imagen del lienzo, que recuerda mucho al célebre Ecce Hommo restaurado por Cecilia, desapareció de la vida de los madrileños. Pero aquellos que quieran ver de cerca esta reliquia han de saber que todavía se encuentra en la capital, de hecho muy cerca de su antigua ubicación.

En la iglesia de San Marcos, entre plaza de España y Malasaña, se encuentra a buen recaudo la «cara de Dios», de origen medieval y cuya popularidad es, a día de hoy, inexistente.

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