Botella paraliza parte de las obras por haber destruido elementos protegidos

La Operación Canalejas está paralizada parcialmente desde el 26 de marzo. El Área de Urbanismo y Vivienda detectó el pasado mes de febrero en una visita a las obras que el grupo Villar Mir —que se hizo en 2012 con los edificios por 215 millones de euros a través de OHL Desarrollos— había destruido algunos de los elementos que se ubicaban en la zona declarada Bien de Interés Cultural. Los mismos se encontraban en la primera crujía de los edificios de la calle Alcalá, 14 y la plaza de Canalejas, 1. Dicha demolición excedía lo autorizado en la licencia municipal y afectaba, según el expediente de denuncia al que ha tenido acceso ABC, a pilares interiores, vigas, carreras de apoyo, forjados, entrevigados y una escalera. El Ayuntamiento dio parte de lo ocurrido en la Comisión Local de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.

Desde OHL informaron ayer de que se ha presentado un recurso de reposición justificando sus actuaciones por considerar que estaban recogidas en la licencia del Ejecutivo local. «Lo que está claro es que son cuestiones muy técnicas y en ningún caso por parte de OHL ha habido eliminación o afectación de elementos protegidos». Del mismo modo, Villar Mir ha solicitado la legalización de las demoliciones acometidas «por si no estaban amparadas», puntualizan. Según la empresa constructora, la paralización de estos trabajos afecta «a menos de una décima parte de la obra» y no provocará retrasos en los plazos establecidos para la construcción del primer hotel en España de la cadena canadiense «Four Seasons» y de un centro comercial de 16.000 metros cuadrados. Se prevé que el complejo se inaugure en octubre de 2016.

Ayer se pudo conocer este hecho después de que el concejal por UPyD Luis Mariano Palacios preguntara en el último pleno de la legislatura a la delegada del ramo, Paz González, qué iba a pasar con las obras: si se iban a legalizar los excesos o, en caso negativo, «¿cómo va a recuperar la ciudad su patrimonio protegido y demolido».

La delegada de Urbanismo y Vivienda opinó sobre este aspecto que era una muestra de lo bien que funcionan las inspecciones del Ayuntamiento y que las obras, en principio, «parecen autorizables». Palacios reprochó lo contrario y solicitó mayor vigilancia: «La primera visita de la dirección de control se hizo en octubre y detectaron que había una cubierta de pizarra original de Canalejas, 1 que se la habían cargado. En febrero, acometieron la siguiente inspección, cuatro meses después. Ahí se vuelven a dar cuenta de que la sangría había seguido».

UPyD reprocha que los elementos declarados BIC son mínimos y aun así no se han controlado. La Comunidad de Madrid agilizó el proyecto reduciendo la protección de los seis edificios –calle Alcalá 6, 8, 10, 12 y 14; y el número 1 de la plaza de Canalejas–, permitiendo trabajar en el interior sin tocar las fachadas. «En una licencia ordinaria hay vuelta atrás. Aquí no. Lo que tira la piqueta no se puede recuperar», zanjó. También se protegió el patio de operaciones, elementos de carpintería interior y algunas rejas. OHL los ha desmontado y los tiene en un almacén para volverlos a colocar cuando termine la fase de construcción.

La Operación Canalejas comenzó a rodar en marzo de 2013, cuando se presentó el proyecto, después de que los edificios llevaran una década prácticamente sin uso. En agosto de 2013 se concedió la licencia de consolidación de las fachadas y de la recuperación de elementos singulares. En julio de 2014, Grupo Villar Mir obtuvo la licencia de demolición.

Además del establecimiento hotelero y de la galería comercial de alto standing, el complejo incluirá un aparcamiento subterráneo con capacidad para 500 vehículos y un intercambiador de transportes en la calle Sevilla. Está previsto que alcance un volumen de negocio anual cercano a los 200 millones de euros. Solo el centro comercial generará 130 millones. Se prevé que el «Four Seasons» genere 66 millones y el resto procederá de la explotación del aparcamiento.