Un nuevo test para cazar a los conductores que consuman droga en Madrid

El Ayuntamiento de Madrid, según indica en una nota de prensa, realizará chequeos preventivos de estupefacientes de forma masiva, junto con los rutinarios controles de alcoholemia. Estas pruebas se realizarán de manera combinada, para detectar tanto los niveles de alcohol –mediante el procedimiento ordinario, que consiste en insuflar aire– como la presencia de las drogas más habituales en el organismo, que se obtiene a través de una muestra de saliva.

El equipo adquirido, conocido como «DrugWipe» («limpia drogas»), es el más rápido y eficaz del mercado, según indican los agentes que han probado de forma experimental el sistema. Este método permite que la muestra de saliva que se debe aportar sea muy inferior a la que requieren otros. Este hecho facilita el trabajo de los policías y causa menos molestias a los conductores a quienes se somete a los controles.

Los agentes de la Unidad de Atestados de Tráfico serán los encargados de llevarlos a cabo. Los conductores detenidos que obtengan un resultado positivo en el chequeo tendrán que abonar una sanción de 1.000 euros y se le quitarán seis puntos del carné de conducir, tal y como lo exige la ley de Seguridad Vial . Además, el vehículo se inmovilizará en el lugar, salvo que otra persona se hiciera cargo de él.

En caso de que se hubiera producido un accidente, los agentes municipales realizarían un atestado y darían cuenta a la autoridad judicial, que iniciaría el proceso para determinar si la persona ha cometido delito.

Hasta ahora los agentes practicaban estos controles antidroga cuando el ciudadano incurría enalgún tipo de delito y si además se observaban síntomas evidentes de haber consumido sustancias estupefacientes. El operativo policial que se ejecutaba en estas circunstancias conllevaba necesariamente el traslado del infractor a un centro sanitario para la extracción sanguínea y su posterior remisión al Instituto Nacional de Toxicología para la realización de un análisis.

Evitar la ingesta de drogas es una tarea prioritaria para la Policía ya que evitaría la muerte en carreteras a 480 personas cada año en España. Su consumo aumenta hasta 7 veces la probabilidad de provocar o sufrir accidentes.