«Flores vendió entradas a menores en muchos colegios, por eso no pedía el DNI»

«Todo estaba dirigido y orquestado por Flores en una estrategia perfectamente estudiada que se convirtió en uno de los motivos principales que desencadenó la tragedia », ha afirmado Abdón Núñez, abogado que representa a la familia de Belén Langdon, una de las cinco fallecidas.

Además, B. S. ha relatado que un determinado momento de la noche « cerraron el único acceso del vomitorio que comunicaba con la pista central , por ello los que estaban dentro, buscaron una salida y confluyeron con los que estaban en el túnel, desencadenando la avalancha», ha indicado Núñez.

«¡Socorro, auxilio, vamos a morir!»

Asimismo, la menor, que ahora tiene 17 años, ha señalado que a las 2.30 horas, aproximadamente, Langdon y ella, que iban de la mano, cayeron al suelo y fueron sepultadas por unas siete u ocho personas. «Fue angustioso. No podíamos respirar. ¡Socorro, auxilio, vamos a morir! -gritaban-. Perdí a Belén y arañé a un niño que estaba sobre mí para tratar de salir del tumulto, hasta que perdí el conocimiento», ha explicado, según Núñez.

Después, otro joven la sacó en brazos y, al recibir un soplo de aire, recuperó la consciencia. A continuación la llevaron al baño, donde se pasó una hora llorando con una pierna y un brazo roto s sin que nadie de la organización ni de Kontrol 34 le prestaran auxilio. Como ella había otras 50 chicas en una situación parecida, ha indicado Núñez.

Además, también ha declarado Carmen R., de 19 años, que acudió a la fiesta junto a Cristina Arce, Rocío Oña y Katia Esteban . Todas estuvieron atrapadas en el túnel y sólo ella se salvó. « Muy cruel . Por ello, continúa en tratamiento psicológico y físico, por las lesiones que sufrió en una pierna», ha precisado la letrada de Arce.

«Era vox populi que a partir de las 3 se entraba sin pagar»«Estuvo desde las 3.30 horas apoyada en una esquina, junto a su novio, herida, sin que nadie la prestara la más mínima atención. A las 6 horas, un agente de la Policía Nacional llamó al Samur », ha agregado.

En su relato de los hechos, tan estremecedor como el de la menor, explicó que su grupo le compró las entradas a un vecino de la Alameda de Osuna que trabajaba para Flores y que cada uno pagó un precio por ellas, aunque en el tique pusiera otro.

Además, ha afirmado que la gente introducía botellas de alcohol y que había una valla que algunos retiraron sobre las 3 horas, antes de la actuación de Steve Aoki, porque e ra «vox populi» que se podía entrar sin pagar, ha aseverado Siñeriz.