Zelenski promete que la contraofensiva se limitará a territorio ocupado

En su visita a Berlín, sin embargo, el presidente de Ucrania tranquilizó este domingo al Gobierno alemán, que acaba de anunciar la entrega de un nuevo paquete de armamento por valor de 2.700 millones de euros, prometiendo que esas armas no serán utilizadas para atacar territorio ruso.

Este nuevo paquete tiene como objetivo reforzar la capacidad militar de Ucrania ante la inminente contraofensiva de primavera, en la que Occidente tiene puestas bastantes esperanzas, y si esa contraofensiva incluyese incursiones en territorio ruso Berlín quedaría implicada en la guerra mucho más de lo que el Gobierno alemán está dispuesto a asumir.

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En la rueda de prensa conjunta con el canciller Olaf Scholz, Zelenski se mostró convencido de que se país se encuentra «muy motivado y casi listo» para la victoria, al tiempo que garantizó «no atacar territorio ruso» y centrarse en la liberación de los territorios ocupados. El canciller alemán acotó todavía más el uso de las armas de procedencia alemana y explicó que están destinadas «precisamente al objetivo de la defensa de Ucrania», «para que sea capaz de repeler el ataque a su propio país y defender su propio territorio».

El presidente Ucraniano agradeció la nueva entrega de armas y así lo dejó escrito en el libro de visitas del Palacio de Bellevue, la residencia oficial del presidente FrankWalter Steinmeier. «En el momento más difícil de la historia moderna de Ucrania, Alemania ha demostrado ser nuestro verdadero amigo y aliado fiable, que se mantiene con decisión al lado del pueblo ucraniano en la lucha por defender la libertad y los valores democráticos: juntos venceremos y devolveremos la paz a Europa», escribió antes de su firma, sin por ello renunciar a la principal petición que traía a Berlín: cazas de combate. Zelenski sigue esperando por esos aviones para empezar la tan cacareada contraofensiva, con la que desde luego no tomará ya por sorpresa a Putin.

Su mejor opción son los cazas F16, fabricados por la estadounidense Lockheed Martin, altamente maniobrables, portadores de seis misiles aire-aire o aire-tierra bajo sus alas y capaces de realizar ataques de largo alcance que podrían aumentan las tensiones entre Occidente y Moscú. Sirven tanto para derribar drones o misiles como para, en caso de superar la defensa antiaérea, golpear a Rusia en su propio territorio. «Estamos trabajando en la creación de una coalición para el suministro de aviones de combate» para romper la supremacía rusa en el espacio aéreo, dijo ayer Zelensky, «me dirigiré a la parte alemana con la petición de que nos apoye aquí en esta coalición». Pero al finalizar la visita oficial del presidente de Ucrania, Berlín no había movido ficha al respecto y se mantenía en su negativa.

El otro gran tema de la visita, ajeno a la voluntad de Zelenski e impuesto en la agenda por el Papa Francisco, durante la visita que previamente había hecho al Vaticano, fue la posibilidad de negociaciones de paz, que el ucraniano rechazó si no se establecen sobre la base del plan de diez puntos presentado por Ucrania.

«En primer lugar, se da el caso de que la guerra se está dando en nuestro territorio y, por lo tanto, cualquier plan de paz que exista debe referirse a una iniciativa de Ucrania, que ya se presentó en Indonesia en la cumbre del G-20», declaró durante la rueda de prensa conjunta. En cuanto a los estados que han presentado sus propuestas, incluido Brasil, afirmó que Ucrania «no necesita muchos planes».

Reiteró que su país está listo para discutir cualquier propuesta, pero solo en la plataforma que ofrece Ucrania. Scholz, en este punto, destacó su pleno apoyo a Ucrania que, añadió, «está lista para la paz», aunque recordando que «esto no puede significar simplemente congelar la guerra y formular una paz dictada por Rusia». «Este es un ataque imperialista en el territorio de Ucrania y la paz y la seguridad en Europa están amenazadas», advirtió, «para que se hable de paz debe quedar claro que «Rusia debe retirar de ella sus tropas, sin las cuales no será posible».

Tras la apretada agenda en Berlín, Zelenski se trasladó a Aquisgrán para recibir allí, en nombre del pueblo ucraniano, el premio Carlomagno, como reconocimiento a su gran defensa de los valores europeos. Llegó a la ceremonia con una hora de retraso, lo nunca visto, poniendo en divertidos aprietos a los presentadores dispuestos para la retransmisión en directo en las cadenas de televisión alemanas, sin demasiado talento para la improvisación.

«La voluntad de libertad y la resiliencia en la oscuridad dan esperanza e inspiración mucho más allá de Ucrania», dijo Scholz en su discurso, «los ucranianos han hecho cosas inconmensurables«. «Ucrania es parte de nuestra familia europea», enfatizó, «desde el colapso de la Unión Soviética, la Ucrania independiente ha estado insistiendo en su libertad para elegir su propio camino y ha tomado su propia decisión: por Europa». En palabras de Scholz, el Premio Carlomagno «significa una profunda reverencia de nuestras sociedades libres a la valentía y determinación del pueblo ucraniano y su presidente«. »Están, literalmente, luchando por la libertad, la humanidad y la paz«, rindió tribuyo por su parte la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, «con su sangre y sus vidas están asegurando el futuro de sus propios hijos, pero también el de todos los niños europeos».