Zelenski reclama a los líderes europeos fabricar armamento en Ucrania

Los líderes de los veintisiete países miembros de la Unión Europea han arropado este jueves al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la reunión extraordinaria del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas y que se considera decisivo para el futuro del continente. Zelenski ha entrado en la sala de la reunión acompañado por el presidente del Consejo, el portugués António Costa, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

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Enrique Serbeto | Corresponsal en Bruselas

«Desde el comienzo mismo de la guerra y… durante todo este período y la semana pasada, ustedes permanecieron con nosotros. Es bueno saber que no estamos solos», ha asegurado Zelenski que también tiene previsto reunirse en la capital belga con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

António Costa dijo al comienzo de la reunión que los miembros de la UE «estamos aquí para apoyar a Ucrania para que logre una paz integral, justa y duradera. Continuaremos con ustedes ahora y en el futuro», en el que este país pueda convertirse en un miembro del club comunitario.

La realidad es que después del portazo en la casa Blanca, Zelenski ya se reunió en Londres el pasado fin de semana con la mayor parte de dirigentes europeos, incluyendo el primer ministro británico, Keir Starmer, y recibió las mismas promesas de apoyo incondicional, lo que según fuentes diplomáticas no le ha podido convencer de que Europa puede sustituir el apoyo militar norteamericano. En efecto, ha bastado que el presidente Donald Trump anunciase el cese de la ayuda militar a Ucrania para que Zelenski aceptase inmediatamente las condiciones que le imponían en Washington y propusiera incluso una tregua a Rusia.

De hecho, el principal objetivo de los europeos en esta reunión es aprobar un plan ambicioso de rearme acelerado a corto plazo y mostrar al mismo tiempo una clara señal de unidad que podría ser boicoteada por dirigentes como el húngaro Viktor Orbán, que está más cerca de las posiciones de Trump y de Putin que de las de sus colegas europeos y que aboga por abandonar a Kiev, o el eslovaco Robert Fico, que quiere que se mencione la reversión de los mecanismos que han detenido la llegada de gas ruso a este país, o incluso la italiana Giorgia Meloni, que en otro tono, insiste en que se mencione la relación estratégica con Estados Unidos.

Von der Leyen había dicho a su llegada que se trata de un momento «decisivo» para Europa y Ucrania, puesto que el continente «se enfrenta a un peligro claro y presente». Y cualquier falta de unidad significaría un daño tal vez irreparable para el el futuro del proyecto europeo.