La última 'cabalgada' de Jake, Callum y Jack: el idílico viaje de surf a Baja California que terminó en un triple crimen

El mundo ha quedado conmocionado tras el hallazgo de los cuerpos de los tres turistas. «Creo que el corazón de todo el país está con todos sus seres queridos», expresó en una rueda de prensa el tesorero del Gobierno australiano, Jim Chalmers, al tiempo que calificó de «absolutamente espantosa» la situación. Una situación bastante frecuente en el país centroamericano que solo escala fuera cuando afecta a extranjeros.

Los hermanos australianos Jake y Callum Robinson habían viajado junto a su amigo estadounidense Jack Carter a un balneario. Sus publicaciones en redes sociales dan buena cuenta de su viaje. En una, se pueden observar dos furgonetas en la playa, con tablas de surf, quizás las que les intentaron robar. Tras ella, imágenes de paisajes, momentos de descanso tomando una cerveza, un vídeo con lo que parece ser un bufet de comidas mexicanas, en el que dos de ellos aparecen hablando mientras esperan, o la playa, mirando al mar o simplemente la vista. Esa fue la última fotografía que enviaron de su viaje.

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Tan solo había pasado un día desde la difusión de la primera instantánea. Ese 27 de abril los tres amigos tenían que llegar a un alojamiento que habían reservado en Rosarito, en Baja California, pero nunca acudieron. Tras 24 horas en México y sin noticias de ellos, se reportó su desaparición. Habían sido vistos por última vez en Santo Tomás, a unos 100 kilómetros del que debía ser su destino.

«Mis amigos australianos Jake y Callum han desaparecido en Rosarito/Ensenada, en Baja California este sábado por la mañana», advertía un amigo de los hermanos en un post en redes sociales. Al parecer Jake, el menor de los dos, un médico de Australia, había viajado a visitar a Callum, jugador de lacrosse en EE.UU., y de ahí fueron a México.

«Mis hijos no se han puesto en contacto con nosotros desde el sábado, 27 de abril», lanzó en un mensaje en Facebook el pasado 1 de mayo la madre de los australianos, Debra Robinson. «Me dirijo a cualquier persona que los haya visto», completaba. En su mensaje, la mujer hacía especial hincapié en que el mayor de sus hijos es diabético.

Mientras los jóvenes seguían desaparecidos, fueron llegando pistas que acabaron llevando al trágico final. Una de ellas, la aparición de la furgoneta en la que se estaban desplazando. También, de los restos quemados de tiendas de campaña, con manchas de sangre.

Estos restos se encontraron en La Bocana de Santo Tomás. Es una zona en la que no hay cobertura. Los cuerpos se encontraron un día después. La fiscal de ese estado mexicano ya había dado a entender que era poco probable que apareciesen vivos, dada la violencia que parecía haber habido durante el atraco.

Al día siguiente, el 3 de mayo, se recuperaron tres cadáveres en un pozo de un acantilado. Los tres jóvenes fueron asesinados en un intento de resistirse al robo de sus furgonetas, según apuntan las investigaciones. Los cuerpos presentaban en sus cabezas «un orificio producido por proyectil de arma de fuego», indicó la fiscal estatal María Elena Andrade.

Las autoridades han informado del arresto de un hombre por los hechos, que tiene antecedentes relacionados con violencia, robos o venta de drogas. Asimismo, se ha detenido también a otras dos personas, una de ellas una mujer, por haber participado probablemente en el crimen y por llevar metanfetaminas.