La UE quiere «relaciones estables» con Ankara, pero no prevé avances hacia su ingreso
Se desarrolló la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores del bloque
Erdogan da luz verde a la adhesión de Suecia a la OTAN, que acabará con su histórica neutralidad
Corresponsal en Bruselas
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Iniciar sesiónLas relaciones entre la Unión Europea y Turquía pueden mejorar en ciertos aspectos, pero cualquier aproximación al proceso de integración como miembro de pleno derecho pasa porque Ankara cumpla con todos los requisitos en materia de democracia, respecto a los derechos humanos y lucha ... contra la corrupción.
Los ministros de Exteriores europeos celebraron ayer la última reunión antes de las vacaciones de verano, cargando así con la presión del chantaje político, por parte del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que lo vincula con su veto al ingreso de Suecia en la OTAN.
Los ministros estudiaron el asunto durante el almuerzo de trabajo, ayer en Bruselas, y según el titular luxemburgués, Jean Asselborn, la mayoría de los ministros estuvieron de acuerdo en que «es de interés estratégico para la UE tener un entorno estable y seguro en el Mediterráneo oriental, y desarrollar con Turquía una relación estrecha y de mutua cooperación que sea ventajosa para ambos», pero que no necesariamente pasa por su ingreso en la UE.
Los ministros entendieron que lo que se le pide a Turquía como avances tangibles en términos de respeto a los derechos humanos, el estado de derecho, la independencia de la justicia y las libertades fundamentales, «son también buenos» para este país. Y lo que se le puede ofrecer ahora no pasa de el régimen de entrada sin visado en la UE y un mejor acceso de las empresas turcas al mercado europeo.
Sin embargo, los ministros elogiaron «el papel desempeñado por Turquía en la conclusión del acuerdo de cereales del Mar Negro» y lamentaron que Rusia haya decidido anularlo y bombardear además los almacenes del puerto de Odesa, lo que según el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, «es un acto bárbaro».
En relación a la guerra, los ministros analizaron también los aspectos de las garantías de seguridad que los aliados europeos quieren ofrecer a Ucrania fuera de la OTAN. El análisis se centró en la propuesta del propio Borrell, que consiste en presupuestar cinco mil millones de euros anuales para seguir cofinanciando armamento para Ucrania con fondos europeos y garantizar así el apoyo a más largo plazo a este país mientras dure la agresión rusa.
Borrell explicó que se trata de seguir utilizando como herramienta el Fondo Europeo de Ayuda para la Paz (FEAP) que a pesar de que estaba previsto precisamente para financiar cualquier cosa menos armamento y que la UE está utilizando precisamente para enviar a Ucrania material de guerra de todo tipo.
Por otro lado, la Comisión Europea ha anunciado que no presentará antes del mes de septiembre su propuesta para financiar esa financiación a Ucrania utilizando los fondos congelados a Rusia en el marco de las sanciones por la invasión de Ucrania. Hasta ahora, la UE tiene el control de unos doscientos mil millones de euros del Banco Central de Rusia y se propone utilizar los intereses generados por esos fondos para ayudar a Ucrania.
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