Tusk se adelanta y presenta al futuro Gobierno de Polonia

Ninguneando la sesión parlamentaria del lunes, Tusk presentó el viernes 8 de diciembre al que será su Gobierno, ya pactado con los partidos de la coalición y designados los ministros. Después de la primera reunión del Consejo de Ministros todavía no nombrados, que tuvo lugar en el Senado, Tusk ha confirmado algunos de los nombres, entre los que destaca el que será viceprimer ministro y ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, líder del Partido Campesino Polaco (PSL). Exteriores estará a cargo de Radoslaw Sikorski y el ministro para la Unión Europea será Adam Szlapka, economista de 38 años afiliado al partido Nowoczesna (Modernidad).

La agrupación Nueva Izquierda ocupará cuatro de los ministerios, entre ellos Educación y Medio Ambiente, y se le adjudicarán tres ministerios al partido de centro demócrata-cristiano Polonia 2050, cuyo líder, Szymon Holownia, ha sido ya elegido presidente del Parlamento.

Tusk ha anunciado también las que serán las primeras medidas sociales de su nuevo Gobierno, cuya formación surgirá de un proceso tan acelerado como lo permita la agenda parlamentaria: aumentará el sueldo de los maestros un 30% y la asignación mensual por hijos menores de edad de 120 a 180 euros mensuales. Calcula que será investido por el Sjem el martes, que tomará posesión el miércoles y ha adelantado que el proyecto de los presupuestos generales está tan avanzado que confía en que estén aprobados en menos de dos semanas.

Es evidente que tiene prisa por desalojar del poder al partido Ley y Justicia (PiS), que por su parte ha aprovechado hasta el último minuto de este mes en funciones. El presidente polaco, Andrzej Duda, miembro del PiS, ha nombrado de golpe esta misma semana 76 nuevos jueces, seis de ellos para el Tribunal Supremo, como Krzysztof Grzesiowski, miembro del Gobierno regional del PiS en Lubusz. Los nombramientos constituyen la aplicación de la polémica reforma judicial de 2015, que ha sido condenada por los tribunales europeos, y serán efectivos a partir del próximo jueves.

En su última rueda de prensa como jefe de la oposición, Tusk ha criticado tanto estos nombramientos como el proceder del Ejecutivo en funciones, por haber «gastado una cantidad ingente de dinero» en sus últimos días de gestión. Ha obligar al PiS a «rendir cuentas por esos gastos y por otros despilfarros que han devastado a Polonia» desde que llegó al poder, en 2015.

Con caractér inmediato, Tusk promoverá la incorporación de Polonia a la Fiscalía Europea, para que pueda investigar potenciales delitos en torno a los fondos de la UE. Entre sus objetivos figura también el presidente del Banco Nacional de Polonia, Adam Glapinski, al que ha acusado públicamente de actuar en favor del PiS, pero Glapinski cuenta con el respaldo de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que ha avanzado que „cualquier intento de llevar a Glapinski ante los tribunales activaría la protección contemplada en el estatuto del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del BCE, destinada a garantizar la independencia de los líderes de los bancos centrales«.

Tusk no oculta que pretende darle la vuelta a Polonia como a un calcetín, pero no le resultará tan sencillo como espera. La presidenta del Tribunal Constitucional polaco, considerada cercana la PiS, Julia Przylebska, ha calificado de «vergonzosos» sus planes de reforma y pretende plantar resistencia a la reforma del Consejo Nacional del Poder Judicial.

Otra cuestión, esta no aclarada por Tusk de momento, es el tratamiento que dará el gobierno a los denominados «jueces neo», los 2.000 magistrados nombrados por el Gobierno del PiS en procedimientos defectuosos, y a los llamados «jueces dobles», nombrados por el PiS en 2015 para sustituir a magistrados que habían sido debidamente elegidos para el Constitucional por el gobierno predecesor.

Más sencilla podría resultar, por otra parte, la reforma de la Fiscalía General, que en Polonia está ocupada por el ministro de Justicia, pero esta reforma debe ser igualmente firmada por el presidente de Polonia, Andrzej Duda, que proviene de círculos del PiS y cuyo mandato se extiende hasta agosto de 2025. Lo más probable es que Tusk empiece por medidas legislativas que indiquen que Polonia respetará a partir de ahora las normas del Estado de Derecho y la independencia de los tribunales, que busque reducir las tensiones entre el Ejecutivo y el Judicial y que detenga el procesamiento de jueces por aplicar la legislación de la UE.