Trump y Musk se exhiben como dupla de poder

Trump, habitualmente reacio a compartir protagonismo en entrevistas, ha reservado este tipo de apariciones conjuntas para contadas ocasiones, generalmente con su vicepresidente. Sin embargo, esta vez optó por sentarse junto a Musk, en un gesto de respaldo absoluto. La presencia del magnate, cuyo poder se ha expandido en sectores estratégicos bajo la nueva administración, ha avivado el debate sobre el papel de las grandes corporaciones en las decisiones del gobierno.

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«Elon Musk es mucho más que un visionario en tecnología, mucho más. Es un líder excepcional, alguien que hace que las cosas sucedan», afirmó Trump durante la entrevista. Luego, en tono jocoso, añadió: «Tiene a cien genios que se visten igual de horrible que él, muy jóvenes, pero increíblemente brillantes». El presidente destacó que todos ellos poseen un elevado coeficiente intelectual y una capacidad única para la innovación.

Más que por sus declaraciones, la entrevista llamó la atención por su puesta en escena: el presidente de Estados Unidos y el hombre más rico del mundo, sentados en la Casa Blanca, elogiándose mutuamente mientras defendían su visión del país. Musk, nombrado por Trump al frente del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental, ocupa el cargo sin recibir salario ni haber sido confirmado por el Senado, un hecho inusual para una posición de influencia dentro del gobierno.

«Es una gran persona», insistió Trump. «La gente joven, sobre todo los más inteligentes, lo admira profundamente».

Cuando se le preguntó sobre un posible conflicto de intereses—Musk sigue al frente de empresas como Tesla y SpaceX, que dependen de regulaciones y contratos federales—, Trump minimizó las preocupaciones. «Él sabe lo que tiene que hacer. No se involucrará en decisiones que puedan generar problemas», aseguró, sin detallar si habrá mecanismos para evitar que el empresario se beneficie de su cercanía al poder.

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Musk se ha convertido en el principal blanco de las críticas demócratas, que lo describen como un «presidente en la sombra» en un intento de menospreciar la autoridad de Trump. El mandatario, sin embargo, aseguró en la entrevista que no le sorprende esta estrategia. «Quieren dividirnos, pero no lo lograrán, porque sé exactamente lo que están haciendo», afirmó.

Trump también señaló que la mayor resistencia a sus planes de recorte proviene del aparato burocrático, al que acusó de estar alineado políticamente en su contra. Según el presidente, un 92% de los funcionarios federales votaron por Kamala Harris, lo que, en su opinión, dificulta la implementación de sus políticas.

«Lo que realmente estamos intentando hacer aquí es restaurar la voluntad del pueblo a través de la presidencia. Y lo que encontramos es una burocracia no electa que se opone implacablemente al presidente y a su gabinete», denunció Musk.

La semana pasada, Musk acompañó a Trump en el Despacho Oval en una conferencia improvisada, donde defendió sus medidas y reconoció que su ambicioso plan de recortes podría requerir ajustes.