Trump expulsa a los transgénero del ejército de EE.UU.

Trump defiende en su decreto que la «excelencia militar» no puede quedar «diluida para acomodar agendas políticas u otras ideologías dañinas con la cohesión de las unidades».

En su opinión, el ejército de EE.UU. «ha quedado afectado por la ideología radical de género para apaciguar a activistas» y que hay «muchas enfermedades mentales y físicas que son incompatibles con el servicio activo, desde enfermedades que requieren mucha medicación o mucho tratamiento médico hasta desorden bipolar u otros relacionados, desórdenes de apetito, tendencia suicida u hospitalizaciones psiquiátricas previas».

El presidente de EE.UU. se refiere de forma específica a las personas transgénero y establece que «expresar una falsa 'identidad de género' divergente con el sexo de un individuo no puede satisfacer los estándares rigurosos necesarios para el servicio militar».

La orden ejecutiva va más allá de la que firmó Trump nada más jurar su cargo como presidente de EE.UU. el pasado 20 de enero, cuando revirtió un decreto de su antecesor, Joe Biden, que abría la puerta a que los transgénero sirvieran de forma abierta en el ejército de EE.UU. y que, a su vez, tumbaba una prohibición anterior firmada también por orden ejecutiva por el propio Trump en su primer mandato, en 2017.

Los activistas estiman que hay cerca de 15.000 personas transgénero en el ejército de EE.UU., muy por encima del cálculo de 9.000 que realizó el Departamento de Defensa en 2016, en el final del segundo mandato de Barack Obama, cuando se repelió la prohibición de que estas personas sirvan en el ejército.

El texto de la actual orden ejecutiva se refiere a los transgénero en términos gravosos. Les acusa de que la «adopción de una identidad inconsistente con el sexo de un individuo está en conflicto con el compromiso del soldado a un estilo de vida honorable, verdadero y disciplinado, aunque sea en la vida personal de uno. Que un hombre diga que es una mujer, y su exigencia de que los demás honren esa falsedad, no es consistente con la humildad y la generosidad de un miembro del ejército». En su propio discurso de investidura, en el Capitolio, proclamó que «a partir de este momento, la política del Gobierno de EE.UU. es que solo existen dos géneros: hombre y mujer».

Trump firmó sus órdenes ejecutivas desde el avión presidencial, el Air Force One, cuando volvía a Washington después de haber celebrado un encuentro en Florida con congresistas republicanos. «Para asegurarnos de que tenemos la fuerza de combate más letal del mundo, vamos a expulsar a la ideoloǵia transgénero fuera de nuestor ejército», les dijo allí. «Se va a acabar».

Las órdenes ejecutivas han llegado el mismo día del desembarco en el Pentágono del nuevo secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth. El expresentador de televisión de Fox News ha firmado la nominación más polémica hasta ahora, entre acusaciones de agresión sexual y de abuso de alcohol, además de una evidente falta de experiencia en seguridad nacional y de defensa (pasó por el ejército, pero no en posiciones de liderazgo). Durante años, Hegseth ha clamado contra la proliferación de la ideología 'woke' en el ejército de EE.UU. y por la necesidad de centrarse en meritocracia y letalidad.

Además de la órden que afecta a los transgénero, Trump firmó otras para eliminar las oficinas dedicadas a DEI (diversidad, equidad, inclusión) en el ejército; para la reincorporación de los soldados expulsados durante la Administración Biden por negarse a ponerse vacunas contra el Covid-19; y para la creación de una 'Cúpula de acero para EE.UU.', sus planes para el desarollo de una defensa aérea de última generación.