Trump busca en Iowa una victoria arrolladora que congele a sus rivales

Los caucus del lunes por la noche noche, con un frío de récord, apuntan a confirmar el favoritismo del expresidente frente a Nikki Haley y Ron DeSantis

Un temporal histórico paraliza la campaña en Iowa, la cita inaugural de las primarias en EE.UU.

Trump, el 'rey' de Iowa: «Si estás en el cielo, estás con él. Si estás con el demonio, estás con Biden»

Un grupo de voluntarios trabaja en la sede de la campaña de Trump en Urbandale (Iowa) reuters | VÍDEO: EFE

Javier Ansorena

Enviado especial a Des Moines (Iowa)

Nunca ha hecho un frío en unos caucus de Iowa como el que se espera este lunes, con una previsión de que la sensación térmica ronde los -40 grados en el estado del Medio Oeste, que da el pistoletazo de salida a las primarias republicanas de este año ... . Pero el termómetro que de verdad tiene pendiente a EE.UU. -estas temperaturas no son frecuentes, pero tampoco excepcionales en estos pagos- es el del resultado de estos caucus. Serán la primera medida cierta de por dónde van los tiros en la elección de candidato a la presidencia por parte del partido republicano.

A las siete de la tarde, los vecinos de Iowa se armarán de valor y de multitud de capas de abrigo y se congregarán en 1.657 de estos tradicionales caucus, una fórmula arcaica de elección de candidatos en reuniones vecinales. Allí discutirán, intercambiarán opiniones y acabarán dando su apoyo a sus candidatos.

Favorito absoluto

Apenas hay dudas sobre qué marcará el termómetro acerca del ganador en Iowa. Donald Trump es el favorito absoluto para llevarse la nominación republicana a la presidencia, tras una campaña en la que ha comandado las encuestas con suficiencia. Según el acumulado de sondeos de 'FiveThirtyEight', Trump cuenta con un apoyo del 60% del electorado republicano, a una distancia que se antoja insalvable con sus principales rivales: Ron DeSantis, el gobernador de Florida, está en el 12%; y Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante la ONU, en el 11%.

En Iowa, los sondeos han mostrado de forma repetida a Trump como ganador. El más esperado por los candidatos, el que el medio local 'Des Moines Register' publicó el sábado por la noche, apunta a una victoria sólida.

El expresidente obtiene el 48% de los apoyos, según esta encuesta, por el 20% de Haley y el 16% para DeSantis. Son buenas noticias para Trump y Haley, por razones diferentes, y el anticipo del descalabro de DeSantis, que lo ha apostado casi todo a un buen resultado en Iowa.

Para Trump, el sondeo representa una ligera caída -tres puntos- frente a la edición de diciembre, pero constata que, a falta de sorpresa mayúscula cuando los vecinos de Iowa discutan sus votos en los caucus, no tiene rival aquí.

El multimillonario neoyorquino llegó a Des Moines, la principal ciudad y capital del estado, el sábado por la noche después de tener que cancelar dos actos electorales ese mismo día por las condiciones meteorológicas. El domingo tenía previsto aparecer en un mitin en Indianola, cerca de Des Moines, en el cierre oficial de su campaña en Iowa. «Hace un tiempo asqueroso ahí fuera», dijo al llegar al hotel, procedente de un clima mucho más agradable, el de la costa de Florida, donde tiene su residencia.

El candidato DeSantis puede sufrir un duro varapalo en Iowa efe

Campaña a lo lejos

El expresidente Trump prefirió no pelarse de frío esta semana en Iowa, donde han caído dos tormentas de nieve consecutivas y un bajón de temperatura excepcional, y cambió los mítines por otra forma de campaña electoral: apariciones voluntarias en Washington y Nueva York en dos de las causas judiciales que le persiguen.

Sus rivales sí han peinado las llanuras congeladas de Iowa durante meses, con encuentros con votantes en naves agrícolas, cervecerías o centros comunitarios. Un esfuerzo que parece fútil y, en el caso de DeSantis, desolador. El gobernador de Florida era hace un año el máximo candidato a suceder a Trump y si este lunes se confirman los resultados del sondeo de 'Des Moines Register', su campaña quedaría herida de muerte. DeSantis ha invertido buena parte de su músculo electoral en Iowa, ha conseguido el respaldo de la popular gobernadora del estado, Kim Reynolds, ha buscado congraciarse con los líderes evangélicos y ha completado el llamado 'full Grassley', el 'Grassley completo', la visita a los 99 condados de Iowa, una referencia al veterano senador local Chuck Grassley, que todos los años hace el recorrido.

No quedar ni siquiera segundo aquí cerraría la viabilidad de DeSantis como alternativa. Y, como en un juego de vasos comunicantes, abriría la de Haley, que ha adelantado a DeSantis por primera vez. La exembajadora ante la ONU tiene su principal apuesta en New Hampshire el martes de la semana que viene, la segunda cita de las primarias. Si sale de aquí con un meritorio segundo puesto y consigue un buen resultado en New Hampshire es posible que fuerce el abandono de su rival DeSantis, aglutine el voto que desconfía de Trump y se convierta en alternativa al expresidente.

Pero el 'sorpasso' de Haley a DeSantis es mucho menos cierto que el favoritismo de Trump. Ann Selzer, la directora de la firma de demoscopia que ha elaborado la encuesta de 'Des Moines Register', ha asegurado a este medio local que los datos de su encuesta muestran que la mejora de Haley descansa en «terreno inestable». La falta de entusiasmo con la candidata de aquellos que aseguran que le van a votar es «deja boquiabierto», según Selzer. Solo el 39% de sus votantes se confiesa extremadamente o muy entusiasmado por la candidata, frente al 88% de los votantes de Trump.

Según el sondeo de 'Des Moines Register', Trump obtendría el 48% de los apoyos, por delante de Haley (20%) y DeSantis (16%)

Ese entusiasmo 'trumpista' quizá sea un elemento decisivo este lunes, cuando ir al caucus signifique salir de casa en medio de un frío inmundo. «Yo creo que le beneficia a Trump», asegura Tim Coonan, votante republicano tras un acto en el centro de Des Moines de Asa Hutchinson, un candidato 'anti-Trump' que no cuenta para nadie (1% en la encuesta de 'Des Moines Register'). «Habrá mucha gente que vaya por puro coraje, y, aunque habrá menos participación, creo que será menos sentida para los votantes de Trump», pronostica.

Son todo buenas noticias en el cuartel general de Trump, en el hotel Fort Des Moines, entre montañas de nieve acumulada y el crujido en el pavimento helado de los pocos coches que circulan por el centro de la ciudad. DeSantis y Haley solo pelean por ser «el primero entre los perdedores», dicen en su equipo.

Golpe sobre la mesa

El objetivo de Trump no es ganar, sino arrollar en Iowa. El presidente tiene en su mano batir la máxima diferencia entre candidatos republicanos en los caucus de Iowa -los 12 puntos que Bob Dole le sacó a Pat Robertson en 1988- y también podría ser el primero en superar el 50% de los apoyos cuando hay más de dos candidatos en liza, tanto para demócratas como para republicanos (quien estuvo más cerca fue Walter Mondale, que logró el 49% del voto en los caucus demócratas de 1984).

Pero, más que hacer historia, lo que le importa es dar un golpe sobre la mesa en las primarias, mostrar que nadie tiene su fortaleza, desanimar a los donantes de sus rivales, mostrarse como candidato irremediable. Dejar a sus rivales como los coches que aparecen estos días tirados en las cunetas de las carreteras congeladas de Iowa.

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