Starmer impulsa un plan conjunto con aliados europeos y Estados Unidos para poner fin a la guerra en Ucrania

«La primera prioridad de este gobierno, como de cualquier otro, es la seguridad y el bienestar del pueblo británico, así como la defensa del interés nacional, particularmente en estos tiempos volátiles», afirmó, y explicó que convocó la reunión con el objetivo de «unir a nuestros socios en este esfuerzo por fortalecer a Ucrania y respaldar una paz justa y duradera en beneficio de todos».

Para lograrlo, insistió en la importancia de reforzar la posición de Ucrania en el campo de batalla: «Nuestro punto de partida debe ser colocar a Ucrania en la posición más fuerte posible ahora, para que pueda negociar desde una posición de fuerza. Por eso, estamos redoblando nuestro apoyo».

Así, anunció un nuevo acuerdo que permitirá a Ucrania utilizar hasta 1.600 millones de libras esterlinas provenientes del mecanismo de financiación de exportaciones británico para comprar más de 5.000 misiles de defensa aérea. Los proyectiles serán producidos en Belfast, lo que, además, generará empleos en el sector de defensa británico. «Esto será vital para proteger la infraestructura crítica de Ucrania ahora y fortalecer su capacidad para asegurar la paz cuando llegue el momento», subrayó.

Starmer advirtió sobre los riesgos de un acuerdo de paz frágil y puso como ejemplo el de Minsk, que Rusia violó con facilidad. «Cualquier acuerdo debe estar respaldado por la fuerza. Cada nación debe contribuir con lo que pueda, aportar capacidades distintas y asumir su parte de la responsabilidad», declaró. Como resultado de la cumbre, los líderes europeos acordaron mantener el flujo de ayuda militar, intensificar la presión económica sobre Rusia y reforzar las capacidades defensivas de Ucrania para prevenir futuras invasiones. Además, coincidieron en la necesidad de construir una coalición dispuesta a garantizar la paz en caso de un acuerdo. «No todos los países podrán aportar lo mismo, pero eso no significa que debamos quedarnos de brazos cruzados», sostuvo Starmer.

El Reino Unido está dispuesto a respaldar esta iniciativa con «tropas sobre el terreno y aviones en el aire, junto a otros aliados», afirmó el primer ministro, y subrayó que Europa debe asumir un papel central en el esfuerzo. Sin embargo, insistió en que «para que esta estrategia tenga éxito, es fundamental el fuerte respaldo de Estados Unidos».

Tras su reciente reunión con el presidente Donald Trump, Starmer aseguró que está trabajando estrechamente con Washington en la búsqueda de un plan común para la paz. También anunció que los líderes europeos volverán a reunirse en breve para dar seguimiento a los acuerdos alcanzados y asegurar el avance de estas iniciativas. «Estamos en un momento crucial de la historia. No es tiempo de más palabras, sino de acción. Es momento de liderar, de dar un paso al frente y de unirnos en torno a un nuevo plan para una paz justa y duradera», concluyó.

Ante la pregunta de una periodista que sugirió que Estados Unidos es un aliado poco confiable, contestó de forma tajante que rechaza esa afirmación, y recalcó que ha sido un aliado fiable «durante muchas, muchas décadas» y que lo «sigue siendo», y añadió que las conversaciones de hoy se llevaron a cabo bajo la premisa de que Europa trabajará en conjunto con Estados Unidos.