Prueba de fuerza entre los sindicatos y Sarkozy

Varios sindicatos de transportistas, ferroviarios, conductores de metro y gestores de depósitos de combustible, han hecho un llamamiento a la huelga “ilimitada”. Pero no todos los sindicatos apoyan esa radicalización . Se trata de una división sindical de alcance imprevisible.

El Gobierno, por su parte, prosigue a paso de carga la compleja mecánica de aprobación parlamentaria de la gran reforma del sistema nacional de pensiones, cuyos principios básicos permanecen intactos: jubilación a los 62, 65, 67 años; 41, 42 años de cotización. El presidente Sarkozy espera que la Ley esté definitivamente aprobada antes de fin de mes.

Por su parte, los sindicatos esperan este martes una afluencia masiva en las manifestaciones, esta tarde, con una “parálisis” o “perturbación” importante de todas las actividades del sector público: transportes, enseñanza, distribución de correo, diversos ministerios y servicios estatales.

Las previsiones son malas para todo tipo de transportes, nacionales e internacionales. En las grandes ciudades de provincias y París, tráfico muy perturbado en el metro y los autobuses. En la red nacional de ferrocarriles, muchos retrasos y anulaciones. El tráfico aéreo, nacional y europeo, víctima de paros, retrasos y anulaciones.

Sea cual sea el resultado de la jornada de este martes, los sindicatos intentan prolongar la prueba de fuerza, en orden disperso. Todos los sindicatos convocan una nueva jornada de huelga el sábado próximo . Varios sindicatos piden la prolongación de las huelgas de hoy de manera “indefinida, hasta que el gobierno retire su Ley”. El Gobierno lleva un año insistiendo en que no negociará el fondo de la reforma.