'Mili' social obligatoria en Alemania: el presidente cree que uniría el país

La invasión rusa de Ucrania, por una parte, ha dejado en evidencia la carencia de una articulación ciudadana necesaria en momentos de crisis. La disminución del respeto mutuo en el país, que se ha puesto de manifiesto en las piscinas al aire libre de Berlín, en la que la diversidad cultural ha creado graves problemas de convivencia este verano, es otro de los síntomas a los que alude el SPD, cuando justifica la necesidad de abordar la introducción de un servicio social obligatorio. «Necesitamos más respeto en el trato mutuo y una unión más fuerte en el país», explica el diputado del SPD Dirk Wiese, en declaraciones a Rheinische Post.

«Se trata de recuperar juntos valores que parecen haber desaparecido en el trato diario y en el trato digital, en las piscinas al aire libre y en la no formación de carriles libres de emergencia cuando tiene que pasar una ambulancia, en la vida cotidiana o con los trolls en Internet«, desarrolla Wiese. Por lo tanto, es necesario hablar «abiertamente» sobre la propuesta del Presidente Federal Frank-Walter Steinmeier.

Noticia Relacionada

La guerra en Ucrania reabre el debate sobre el servicio militar obligatorio en Alemania

Rosalía Sánchez

El presidente Steinmeier ha puesto sobre la mesa su recuperación, incluido el militar que fue abolido en 2011, lo que ha provocado reacciones encontradas

Efectivamente fue el presidente alemán el primero en sugerir, en junio del año pasado, un tiempo de servicio social obligatorio para los jóvenes, que en su opinión redundaría a medio o largo plazo en una mayor cohesión social. «Se trata de la cuestión de si no sería bueno para nuestro país que las mujeres y los hombres se pusieran al servicio de la sociedad durante un cierto período de tiempo. Eso no tiene por qué ser en la Bundeswehr (Ejército alemán). En mi opinión, la obligación social también podría llevarse a cabo en el cuidado de personas mayores, en instituciones para discapacitados o en refugios para personas sin hogar», dijo Steinmeier, «el servicio obligatorio podría fortalecer la democracia y la cohesión social, especialmente ahora, en un momento en que la comprensión de otros planes de vida y opiniones está disminuyendo, un tiempo obligatorio social puede ser particularmente valioso. Salir de su propia burbuja, conocer gente completamente diferente, ayudar a los ciudadanos necesitados».

Steinmeier dejó claro que en ningún caso se refería a una reintroducción del servicio militar obligatorio, que se suspendió en 2011 después de 55 años y cuyo debate no deseaba reabrir, pero mencionó que «actualmente, en el país se vive una comprensión creciente hacia las personas que dedican cierto tiempo a trabajar para la comunidad y a involucrarse. Su discurso fue entonces apoyado tanto por políticos de la CDU como del SPD. Sólo Lisa Paus, ministra de Familia de Los Verdes, declaró que «mejor dejen a los jóvenes la libertad de tomar sus propias decisiones». «Deberíamos seguir dando a nuestros jóvenes, que han sufrido especialmente por la pandemia, la libertad de tomar sus propias decisiones», indicó, «muchos jóvenes ya se involucran en cuerpo y alma en programas de voluntariado, sobre todo en áreas sociales o ecológicas, como un enriquecimiento personal para el individuo y un apoyo importante para la sociedad».

El SPD, al que pertenece también el presidente Steinmeier, recupera ahora la cuestión a señala que «en particular se debe discutir la cuestión de cuándo podría completarse un servicio de este tipo para una mayor unión y respeto, y de quién es debería llevarlo a cabo». Wiese adelanta que el servicio social obligatorio «no tiene que durar un año entero, sino al menos tres meses», y subraya que el pacto de coalición no contempla el servicio social obligatorio, pero sí un compromiso para «ampliar al número de plazas en servicios voluntarios, en línea con la demanda, y aumentar el dinero de bolsillo y las oportunidades a tiempo parcial» que se ofrecen a las personas que participan en servicios sociales.

Los datos muestran que cada año casi cien mil jóvenes alemanes llevan a cabo un Año Social Voluntario (FSJ), un Servicio Federal Voluntario u ofertas similares a través de organizaciones no gubernamentales, recompensados solamente por un dinero de bolsillo que asciende a 423 euros mensuales. La Oficina Federal de Tareas de la Familia y la Sociedad Civil, que gestiona el proceso, informa que hay más solicitantes que vacantes en muchas instituciones. En la última encuesta de la Fundación TYI para el Estudio de la Juventud, de 2022, el 40% de los jóvenes alemanes de entre 16 y 26 años se manifestó a favor del servicio social obligatorio, mientras que el 49% dijo estar «en contra».