Meloni veta a Salvini y La Liga lo quiere echar tras su fracaso

Se ha convertido en una figura muy incómoda en el camino de la líder de las derechas hacia Palacio Chigi, tras el fracaso electoral de su partido y las pretensiones de su secretario

Giorgia Meloni y Matteo Salvini AFP

Ángel Gómez Fuentes

Corresponsal en Roma

A Giorgia Meloni le ha surgido, como era de esperar, un delicado problema con su socio de coalición, Matteo Salvini, líder de la Liga, una figura muy incómoda que constituye un obstáculo en su camino hacia el Palacio Chigi. Se conoce ya en los ... medios como el «caso Salvini». El líder liguista ha fracasado con estrépito en estas elecciones. Es el gran derrotado. Ha obtenido el 8,77% de votos, frente al 17,5% en los comicios de 2018, y un 34,3% en las europeas del 2019. «Érase una vez la Liga», podría decirse tras el resultado electoral del domingo. Salvini quiso hacer una fuerza política nacional y cambió hasta el nombre del partido: En lugar de Liga Norte pasó a llamarse Liga de Salvini. Pero, en estos comicios, casi ha desaparecido en el Sur, mientras en el Norte ha perdido incluso en territorio que eran un bastión para la Liga, como en Véneto, donde Giorgia Meloni le ha duplicado en votos.

Debacle en sus feudos

La misma debacle ha tenido la Liga en Lombardía, la capital económica, región industrial y económica del país transalpino, que fue cuna del partido, fundado por Umberto Bossi en 1989. El hundimiento de la Liga ha sido tan espectacular que ni siquiera ha sido elegido Umberto Bossi, primero de una lista proporcional en un colegio de Varese (Lombardía), candidato a la Cámara de Diputados. Fue el colmo y origen de la revuelta de muchos militantes que exigen el comienzo de una nueva fase. «Es la hora de un nuevo líder», ha dicho, por ejemplo, Roberto Maroni, expresidente de la Lombardía y exministro del Interior. Para compensar y apagar la catástrofe política, Matteo Salvini ha tenido la ocurrencia de pedir que el presidente Sergio Mattarella nombre senador vitalicio a Umberto Bossi.

Veto a Interior

El único que parece no haberse enterado de su fracaso electoral y de que su popularidad está en caída libre es el propio Matteo Salvini, quien en su primera rueda de prensa tras el escrutinio electoral confesó: «En el próximo gobierno seremos protagonistas». Su sueño ha sido siempre volver a ser ministro del Interior, que le dio gran protagonismo en el problema de la inmigración. No ha ocultado en la campaña electoral que esa es su gran aspiración.

Pero Giorgia Meloni lo ha vetado para Interior, según destacan medios italianos. Tampoco parece dispuesta a ofrecerle uno de los ministerios importantes. Meloni y Salvini guardan las apariencias, pero entre ellos no corre buena sangre y son bastantes sus diferencias. Meloni sabe que el presidente de la República, Sergio Mattarella, es muy riguroso garante de la Constitución y de los compromisos internacionales de Italia. Sin duda, dará a Meloni su opinión sobre cuatro carteras que son clave en cualquier gobierno: Asuntos Exteriores, Economía, Interior y Defensa.

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