Rusia quiere atraer a ciudadanos de países africanos para combatir en la guerra de Ucrania

La participación de combatientes extranjeros en las filas del Ejército ruso no es ninguna novedad. Decenas de imágenes que circulan por redes sociales muestran que en las trincheras de Ucrania hay forasteros que combaten con las tropas invasoras. Algunos han sido capturados por las fuerzas de Zelenski. Entre ellos el somalí Adil Muhammad, cinco ciudadanos de Nepal, un cubano y otro combatiente de Sierra Leona. Los prisioneros de guerra participaron en una conferencia de prensa en Kiev el pasado mes der marzo y todos coincidieron en que su principal motivación para luchar con Rusia era escapar de la pobreza.

La Inteligencia militar británica califica la campaña rusa de reclutamiento global como un primer síntoma de los problemas de movilización en el país agresor. «Como probablemente haya pasado el pico de reclutamiento de sus finitas prisiones, Rusia está ampliando el reclutamiento a países del Sur Global para evitar una movilización adicional dentro de la propia Rusia», señala. El informe británico apunta también a que otra eventual movilización sería una «medida impopular para Putin».

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El Gobierno de Moscú ha aprobado varios decretos con el objetivo de atraer a más forasteros. No solo ofrecen salarios mayores que los pueden cobrar estos extranjeros en sus naciones, sino que, además, facilitan la obtención del pasaporte ruso. Pero el reclutamiento «forzado» también se da en la propia Rusia. Algunos funcionarios europeos dijeron a 'Bloomberg' que «el Kremlin ha obligado a miles de inmigrantes y estudiantes extranjeros a luchar junto a las tropas rusas en su guerra contra Ucrania añadiendo personal adicional para su ofensiva en la región de Járkov». Según la publicación, los funcionarios amenazan a trabajadores extranjeros y a los estudiantes con la deportación o la no renovación de visados.

Las autoridades ucranianas han registrado un aumento de los mercenarios extranjeros en los últimos nueves meses. Y algunos países ya han tomado cartas en el asunto. En enero de 2024, Nepal restringió los permisos de trabajo de sus ciudadanos en Rusia tras la muerte de diez nepalíes que luchaban con el Ejército ruso. El Gobierno de Nepal declaró entonces que al menos 200 de sus nacionales se habían alistado en el Ejército del Kremlin y la mitad tendían el estatus de desaparecidos.

Por otro lado, las autoridades de India desmantelaron en marzo de este año una «importante red de tráfico de personas» que ofrecían empleos civiles para después obligar a las víctimas a luchar en la guerra de Ucrania. Un suceso similar sucedió en Cuba en septiembre de 2023. Las fuerzas de seguridad de la isla caribeña anunciaron la detención de 17 personas involucradas en otro esquema de tráfico personas. Como sucedió en India, también que prometían trabajos civiles en Rusia, para después ser obligados a firmar contrato con el Ejército del Kremlin.