Los republicanos arropan a Trump a pesar de la imputación

Hasta el gobernador de Florida, Ron DeSantis, duramente criticado por Trump por las suposiciones de que va a presentarse a las primarias, calificó la imputación, que decidió un gran jurado el jueves, de «antiamericana» y motivada políticamente. DeSantis ha dicho que se negará a facilitar la extradición de Trump de Florida, donde ese reside, a Nueva York, donde será el juicio.

Cierto es que son muy pocos son los críticos de Trump en el Partido Republicano. Los que rompieron con él tras el saqueo del Capitolio por una turba que se negaba a aceptar su derrota en las presidenciales de 2020 ya han sido debidamente obligados a dimitir o expulsados en primarias, como la ex diputada Liz Cheney.

Por su parte, la presidenta del partido, Ronna McDaniel, que supervisará las primarias y se ha comprometido a ser neutral durante ese proceso, criticó la imputación por considerarla un «flagrante abuso de poder» que «pone en peligro a todo el mundo». De momento sólo ha anunciado que se presenta la que fue embajadora de Trump en la ONU, Nikki Haley, cuya campaña también ha criticado la imputación.

Mientras, el equipo de campaña del expresidente está utilizando la imputación para recaudar fondos y consolidarlo definitivamente como candidato inevitable en el proceso de primarias. Sus colaboradores revelaron a medios de EE.UU. como 'The Washington Post' que la recaudación de fondos ha aumentado significativamente, hasta dos millones de dólares, desde que publicó hace unas semanas que esperaba ser arrestado. En un correo electrónico pidiendo donaciones, el equipo de Trump dijo el jueves: «Estamos viviendo el capítulo más oscuro de la historia de este país».

En realidad, la imputación la ha decidido un gran jurado, un grupo de ciudadanos que se reúnen para determinar si hay suficiente evidencia para presentar cargos criminales contra una persona acusada de un delito grave. En este caso, se decidió además por las revelaciones de un ex abogado de Trump quien reveló que en 2016 este pagó dinero de campaña a la actriz porno Stormy Daniels para que escondiera una aventura con el entonces candidato.

La causa la ha instruido el fiscal del condado de Nueva York, el demócrata Alvin Bragg, que ganó el cargo en elecciones en 2021. El nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, dijo en un comunicado en el que resumió el ideario republicano en torno a este asunto: «Alvin Bragg ha dañado irreparablemente a nuestro país en un intento de interferir en nuestras elecciones presidenciales». McCarthy es el republicano con más poder en este momento, pues su partido sólo controla en Washington la cámara que él preside como líder de la mayoría.

Los rivales en primarias, confirmados y supuestos, a los que Trump ha golpeado con duras críticas, le han apoyado de forma unánime. No sólo DeSantis, al que Trump ha acusado de ser un arribista, apodado «albóndiga» y acusado de ser el candidato del «establishment».

El que fue vicepresidente de Trump, Mike Pence, dijo en una aparición en CNN que «la imputación sin precedentes de un expresidente de EE.UU. por un asunto de financiación de campaña es un escándalo» que «dividirá aun más al país». La turba que saqueó el Capitolio el 6 de enero de 2021 lo hizo buscando a Pence, que iba a presidir la certificación de las elecciones, y hubo quien gritó que iba a ahorcarlo. Momentos antes, Trump le había acusado de carecer de coraje, al no negarse a validar la victoria de Biden. Pence aun no ha hecho un anuncio formal.

Lo cierto es que este apoyo se produce después de que la última encuesta de Fox News revele que Trump crece en apoyos de cara a las elecciones del año que viene. Dispone Trump de 54% de los posibles votos republicanos en primarias, un 11% más que el mes anterior, frente al 24% de DeSantis, su principal competidor.

Otra encuesta, de la Universidad Quinnipiac realizada esta semana ante la posibilidad de la imputación, revela que el 93% de los republicanos, y el 62% de todos los estadounidenses, creen que el caso está motivado principalmente por interés político. Sólo 1 de cada 4 republicanos cree que los cargos contra Trump deberían descalificarlo para presentarse en 2024, en comparación con el 57 por ciento de todos los estadounidenses.