Xi presiona a la UE para tomar «la decisión estratégica correcta»: estrechar los lazos con China a costa de EE.UU.
Las dos partes acuerdan un nuevo mecanismo para facilitar la exportación de tierras raras e imanes en una tensa cumbre bilateral en Pekín donde se han puesto de manifiesto sus diferencias
China no mejora las relaciones con la UE pese a la guerra comercial de Trump
Corresponsal en Asia
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa imagen es extraña. Xi Jinping, relajado y afable en el centro de la escena, tiende ambas manos para que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se aferre a su izquierda cual colegiala desvalida mientras António Costa, presidente del ... Consejo, se retuerce para agarrar la derecha. Las sensaciones son igualmente extrañas. La Cumbre EU-China iniciada este jueves en Pekín venía a escenificar la celebración del 50º aniversario de las relaciones diplomáticas y ha acabado escenificando las diferencias fundamentales entre ambos lados.
En su intervención inicial, el líder chino ha reiterado su descripción recurrente del mundo, pero seguida de un mensaje con tintes de advertencia. «En medio de una transformación acelerada sin precedentes en un siglo y de un panorama internacional marcado por la agitación y el cambio», hasta aquí la cantinela, «China y Europa deben, una vez más, demostrar visión y sentido de responsabilidad, tomando las decisiones estratégicas correctas que respondan a las expectativas de los pueblos y resistan la prueba del tiempo».
Esa «decisión estratégica correcta», consiste, claro está, en profundizar las relaciones con China a costa de Estados Unidos. El régimen confiaba en que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su unilateral guerra comercial reduciría las suspicacias del bloque comunitario sin necesidad de grandes concesiones, la supuesta «ofensiva de encanto» que nunca fue, pero no ha resultado así.
El duro acuerdo comercial de EE.UU. con Japón, modelo para los aranceles a la Unión Europea
David Alandete, Enrique Serbeto Y jAIME sANTIRSOLa cita de este jueves, de hecho, la primera en persona desde diciembre de 2023, coincide con la recta final de las negociaciones entre Bruselas y Washington, según adelantaba 'Bloomberg', a punto de alcanzar un acuerdo para fijar aranceles del 15%. Xi ha insistido en la «autonomía» de los lazos entre China y la UE, los cuales «no están dirigidos a, dependen de, ni están sujetos a terceros», la condescendiente fórmula con la que el régimen caricaturiza la defensa de los intereses europeos como una subyugación a EE.UU.
«Soluciones reales»
Costa, por su parte, ha reafirmado la voluntad de «profundizar nuestra asociación bilateral, avanzar de forma concreta en la atención de las preocupaciones con respeto, buena voluntad y honestidad, y trabajar juntos en defensa del multilateralismo». Ahora bien: «Necesitamos avances concretos en cuestiones relacionadas con el comercio y la economía. Ambos queremos que nuestra relación sea equilibrada, recíproca y mutuamente beneficiosa», ha añadido.
En ese mismo sentido se ha expresado von der Leyen, quien ha caracterizado la coyuntura actual como un «punto de inflexión». «Reequilibrar nuestra relación bilateral es esencial, porque para que sea sostenible, debe ser mutuamente beneficiosa», ha señalado. Por tanto, «es vital que tanto China como Europa reconozcan las preocupaciones mutuas para poder avanzar con soluciones reales».
«Avances concretos» o «soluciones reales», las demandas europeas son evidentes y antediluvianas. La UE espera que China aborde cuestiones estructurales en su relación comercial: equilibrar el enorme déficit, controlar el impacto del exceso de capacidad de su industria y ofrecer mejores condiciones de acceso a las empresas europeas en suelo chino.
El «desafortunado deterioro de las relaciones entre la UE y China en los últimos años», se debe «en gran medida», según Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la UE en el gigante asiático, «a la falta de avances en preocupaciones que Europa viene planteando desde hace tiempo, como el acceso limitado al mercado y la ausencia de condiciones equitativas para las empresas europeas que operan en China, así como a la aparición de nuevas inquietudes, como el efecto distorsionador que la política industrial china podría tener sobre la competitividad industrial europea».
El último agravio tiene como protagonista a las tierras raras. China descubrió durante la guerra comercial el poder de los controles de exportación sobre estos materiales, fundamentales en todo tipo de industrias modernas, sobre los cuales mantiene un monopolio casi absoluto, y comenzó a aplicarlos tanto a empresas estadounidenses como europeas. Este episodio ha reafirmado la necesidad de reducir la dependencia europea de China, ya plasmada en los aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos.
En ese sentido, la UE y China han acordado un nuevo mecanismo para facilitar la exportación de tierras raras e imanes, según ha detallado después en rueda de prensa von der Leyen. «Necesitamos un suministro fiable y seguro de materias primas críticas procedentes de China. Ser percibido como un proveedor y socio confiable está claramente alineado con los intereses económicos y estratégicos de largo plazo de China», ha incidido.
Cambio climático
Cuestiones comerciales aparte, el segundo gran punto de fricción es la guerra de Ucrania. La UE ambiciona que China emplee su influencia sobre Rusia para facilitar el fin de la guerra. En ese sentido, la inesperada franqueza del ministro de Exteriores Wang Yi en su reunión a principios de mes con la Alta Representante Kaja Kallas. Según recogió el diario 'South China Morning Post', el mandatario aseguró entonces que su país no quiere ver una derrota de Rusia en Ucrania, pues eso permitiría que EE.UU. focalizara su atención en China.
La cumbre ha brindado, precisamente, un comunicado conjunto en materia de cambio climático. «Esto envía un mensaje importante sobre nuestro trabajo conjunto, y alentamos a China a que también proponga una contribución nacional ambiciosa para la COP30. Y China debe dar el ejemplo, en consonancia con su papel destacado a nivel global», ha comentado Costa.
Las bases de este comunicado se sentaron durante la visita la semana pasada a la capital china de la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, Teresa Ribera, quien presidió el Sexto Diálogo de Alto Nivel China-UE sobre Medio Ambiente y Clima junto al viceprimer ministro Ding Xuexiang.
La exvicepresidenta española reconocía ya entonces que, en este delicado momento, la agenda climática «es quizá el área en la que [ambos lados] estamos más cómodos». «Nuestra cooperación en materia de cambio climático es un ejemplo importante, y espero que, como resultado de la cumbre de hoy, podamos emitir un sólido mensaje político conjunto de cara a la COP 30 en Brasil», ha subrayado Costa.
Los mandatarios europeos mantendrán esta tarde una reunión con el primer ministro Li Qiang. Después ofrecerán una rueda de prensa conjunta en la delegación de la UE, donde ofrecerán más detalles sobre sus interacciones, para comprobar hasta qué punto los apretones de manos, además de extraños, han resultado también provechosos.
.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete