Un Pollo al final de la escapada

Su abogado, Zachary Margulis-Ohnuma, habla español y es experto en casos de narcotráfico, homicidio y fraude. Es, además, graduado en periodismo, y ha representado casos de muy alto perfil. Hasta logró en 2010 la exoneración de un maliense acusado en EE.UU. de trabajar para el grupo yihadista Al Qaida. Ayer, tras acompañar a su cliente, dijo ante la escalinata de la corte que pedirá la libertad bajo fianza inmediatamente. De momento, ha solicitado que se le haga un análisis médico al detenido para comprobar su estado de salud.

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Mientras, 'El Pollo' Carvajal, recién llegado de la cárcel madrileña de Estremera, aguarda en la que es una de las prisiones federales más grandes del país, que alberga a más de 1,600 reclusos, algunos de ellos procesados también por tráfico de drogas y terrorismo, aunque la mayoría está acusada de delitos menores.

Se trata en realidad de un centro intermedio, de paso, donde los reclusos pasan períodos relativamente cortos esperando juicio o sentencia. Tiene un historial plagado de problemas: apagones, calor y frío extremo, acusaciones de violación.

Lo cierto es que, aunque el abogado de Carvajal dijo ayer tras ver a su cliente que «el Gobierno, que investiga este caso desde hace 15 años, nunca ha conseguido evidencias firmes, tangibles en su contra», ahora comienza un complejo y largo proceso de negociación con el equipo de fiscales que podría llevar a un acuerdo, si el reo coopera y decide compartir información que a EE.UU. le sea valiosa.

De momento, y si no se da ese acuerdo, de ser condenado, Carvajal se enfrenta a una pena de prisión de entre 60 años y perpetua.

Paralelamente a los vaivenes políticos con respecto a la dictadura de Venezuela, la justicia norteamericana ha mantenido su estrategia de perseguir y extraditar a jerarcas del chavismo. Es el caso de Alex Saab, el supuesto testaferro de Nicolás Maduro, quien aguarda juicio en Florida tras ser extraditado desde Cabo Verde en octubre de 2021. También es el caso del general Clíver Alcalá, que fue comandante de las Fuerzas Armadas chavistas, se entregó en Colombia, fue también extraditado y el pasado 29 de junio se declaró culpable de auxilio en la provisión de apoyo material o recursos a una organización terrorista y recibir y transferir armas de fuego y municiones para cometer terrorismo. Cada uno de sus dos cargos conlleva una pena máxima de 15 años.

A Carvajal, el juez le leyó ayer los cargos y fijó una fecha para la próxima vista: el 25 de julio, martes. El fiscal federal Damian Williams le acusa abiertamente de «explotar su autoridad como director de la agencia de inteligencia militar de Venezuela para corromper instituciones venezolanas, abusar del pueblo venezolano e importar cocaína a Estados Unidos».

El caso lo instruyen los fiscales Jason A. Richman, Kaylan E. Lasky y Kyle A. Wirshba, que cooperan con la sección de lucha antiterrorista.

De todas las actividades de narcoterrorismo que la fiscalía norteamericana le atribuye al llamado cártel de los Soles, integrado supuestamente por Maduro, Carvajal, Alcalá y otros, este caso en concreto se centra en el envío en 2006 de la carga de 5,6 toneladas de cocaína desde Venezuela abordo de un jet privado con registro en EE.UU. que fue intercepto en México. Además, los fiscales dicen tener pruebas de que en 2008, Carvajal estuvo presente en una reunión con emisarios de la guerrilla de las FARC en la cual se acordó el pago en efectivo y armas a estas a cambio de un alza en la producción de cocaína.

Carvajal fue extraditado el miércoles desde España tras cuatro años de recursos y huidas, y fallos favorables a su entrega tanto por parte de la Audiencia Nacional española y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. EE.UU. llegó a ofrecer 10 millones de dólares por pistas sobre su paradero mientras estaba fugado de la justicia en España.

El que era enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, llegó a decir en 2020 que era «vergonzoso» para España que se le hubiera escapado el venezolano a pesar de las órdenes de arresto de Interpol.

Carvajal huyó de Venezuela en 2019, tras romper con el chavismo y criticar a Maduro. En España, fue detenido en 2019, salió el libertad, se fugó y volvió a ser detenido en 2021, ya que la Audiencia Nacional demoró una decisión final sobre su extradición.

Sus abogados apelaron la orden de entrega, pero perdieron todos los recursos, el último ante la justicia europea, mientras él estaba detenido en Estremera.

Este mismo miércoles, el presidente de la Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez, aliado cercano a Maduro, pidió a EE.UU. extraditar a Carvajal a Venezuela para que pueda enfrentarse a múltiples cargos criminales en su país de origen.